Pages

28 de septiembre de 2013

Fin de vacaciones.

Acabo de volver de vacaciones :( A lo tonto casi ha sido un mes y, tanto eso como el hecho de irme a la otra punta del mundo (Nueva Zelanda), ha hecho que vuelva como desubicada.

El viaje ha sido completamente increíble y tengo pensado dedicarle una entrada. Pero eso será cuando tenga fuerzas (estoy molida) y cuando tenga las fotos (estoy tan molida que aún no he acercado la tarjeta de memoria al PC). Y eso, siendo yo, significa que estoy muy muy muy molida. Molida nivel DIOS.

Quizá es mezcla de todo: el jet lag (más de 40 horas de viaje ... tela), depresión postvacacional, saber que en breve volveré a estar metida en la rutina hasta la médula, tener que planificar mil cosas, muchísimos objetivos y retos para el nuevo año (que para mí siempre empieza en septiembre) y no saber por dónde empezar con todo ello ... pero el caso es que estoy un poco plof.

Empezó ayer al llegar a Barajas. Como siempre en los últimos años, no había nadie esperándome y es una sensación que me pone triste, no tanto por lo que implica (ya ves tú, me cojo un taxi y punto pelota) si no porque, no sé por qué, me recuerda a mi padre. Él habría venido a buscarme, claro, ya que mi madre no conduce. Es super tonto que me venga ese pensamiento en ese momento pero me ha pasado ya varias veces.

Menos mal que rápidamente me di cuenta de que había gente que me había echado de menos y me puse contenta. Mi madre la primera, que me dio un abrazaco enorme y a la que ya he empezado a darle la paliza contándole cosas del viaje, mi querido Rubs, al que he echado mucho de menos pero siempre ha estado presente, y mi hermana, que espero que se digne a verme este fin de semana o me quedaré sus regalos :-P

Y ahora, a planificar miles de cosas. Voy a a escribir las primeras que me vienen a la mente a ver si así consigo motivarme para organizarlas. Revisiones médicas varias, pedir cita, recoger resultados, hacer un plan de ahorro como nunca antes ha visto mi cuenta bancaria (operación Independence Day en marcha, voy a comprarme una casa :D), empezar mi carrera frustrada, ¡Historia! y todo lo que ello conlleva, libros, planificación, estudio ... (mi madre dice que estoy loca, espero no tener que darle la razón, de momento me apetece mucho), evaluar la posibilidad de dar clases de natación para fortalecer mi maltrecha espalda, empezar lo que las revistas denominan "Plan Detox" (suena muy cool pero es un coñazo jajaja) para perder los kilos que he ganado en vacaciones y volver a estar en forma (no me he privado de nada, DE NA-DA), volver a mi spinning, a mi yoga, a mi pilates (pero dependiendo de lo que me diga el traumatólogo de la espalda, que aún no sé qué deporte me viene mejor), papeleo del banco, papeleo de lo que no es el banco, llevar a mi madre a ikea a comprar una silla ...

Y lo peor ... el lunes, ponerme al día en el trabajo, miedo me da abrir el correo, la verdad. Parece que fue ayer cuando apagué el PC ... Igual explota el mail... xDDD.

Y esto que se me ocurra ahora pero sé que hay más tareas de las que ni me acuerdo ... Necesito más fuerzas para empezar con todo. ¡¡¡Necesito que se me pase el jet lag!!!.

Venga, una canción motivadora, ¡¡a por ello!!. Roaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar!!.



3 de septiembre de 2013

Tengo un hada en casa.

SALÓN: no demasiado desastroso, sólo lo justo. Papeles por la mesa, los cojines mal colocados, mi fit ball para hacer pilates en una esquina, cartas sin abrir encima de la mesa del recibidor y las plantas un poco mustias por haber olvidado regarlas lo suficiente.

Cocina o, bueno, lo importante, NEVERA: lamentable. Un gazpacho caducado, un tomate a punto de cobrar vida propia y desearme un buen día y muchos limones, por un día hace siglos que tuve dolor de garganta y bastante inútiles ahora mismo.

MI HABITACIÓN: el infierno. Ropa en la silla, ropa en la mesa, ropa en la cama. Ropa everywhere.

Y entonces aparece mi madre durante 1 hora y ocurre algo así:


SALÓN: impoluto, todo en su sitio, las cartas debidamente abiertas, leídas y clasificadas. Plantas regadas. Ni una mota de polvo.

NEVERA: completamente llena de cosas ricas, de fruta con una pinta increíble, gazpachos nuevos, agua fresca recién metida y ¡natillas danone!.

MI HABITACIÓN: sigue siendo el infierno. Hace años que se rindió con ella.

En serio. Mi única esperanza para mí y para mis posibles futuros hijos es que las mujeres cuando se queden embarazadas experimenten una especie de reacción química que las convierta en hadas capaces de compaginar trabajo, tareas domésticas y cuidar a los enanos. Como leí hace poco en twitter, ya estoy viendo que yo cuando mis hijos me digan que no encuentran algo y yo les diga "¡a que voy yo y lo encuentro!" ¡¡no voy a encontrar nada de nada!!.

¿Cómo puede mi madre arreglar en menos de una hora lo que yo me esmero en estropear durante semanas?. ¡¡¡Qué desastre soy y cómo quiero ser como mi madre!!!.