Pages

26 de febrero de 2014

Enamorada.

Qué curiosa es la vida que, cuando menos te lo esperas, te choca frente a frente con el amor de tu vida. Jamás pensé que sería así, de esa forma, tan pura, tan casual. Caminando por la calle, de repente ... vi su imagen y no pude resistirme ... tuve que acercarme, sin saber que mi vida cambiaría para siempre. Son tan profundos mis sentimientos que no soy capaz de transmitirlos así que mejor que lo haga Becquer.

Podrá nublarse el sol eternamente; 
Podrá secarse en un instante el mar; 
Podrá romperse el eje de la tierra 
Como un débil cristal. 

¡todo sucederá! Podrá la muerte 
Cubrirme con su fúnebre crespón; 
Podrá una sartén quemarte
O una torpe mano destrozarte

Pero jamás en mí podrá apagarse 
La llama de tu amor.

Oh tortilla de patatas, amiga cruel
Infame cárcel de mis anhelos
Ansiado objeto de mis desvelos
Cuán desgraciada yo sería
Si me privaras de tus afectos

Los invisibles átomos del huevo 
en derredor palpitan y se inflaman; 
la mezcla se deshace en rayos de oro; 
la tierra se estremece alborozada; 
oigo flotando en olas de armonía 
rumor de besos y un batir trémulo; 
mis párpados se cierran... ¿Qué sucede? 
¡Es el amor, el amor a un tubérculo!

Nunca me imaginé que la conocería en Córdoba ... ni que sería una tortilla de patatas xDDD. La primera vez que la vi:



 Después me atreví a acercarme un poco más de cerca ... 



Y una cosa llevó a la otra ...



Toda esta bobada es para recomendaros que, si vais a Córdoba, paséis por el Bar Santos y probéis la tortilla. ¡Os volveréis locos! A la vista está ;)

"Sobre las rosas se puede filosofar, 
tratándose de patatas hay que comer"
Goethe.

Señor Goethe ... ¡¡¡DISCREPO!!! :-P


19 de febrero de 2014

Superar el miedo a la muerte.

Esta entrada es muy importante para mí. Y muy complicada. Hace poco tiempo que decidí enfrentar a uno de mis peores enemigos: mi ansiedad ante la muerte. Es algo que me persigue desde hace años pero que, últimamente, se ha recrudecido y que, por decisión personal y animada desde la conversación que tuve con un amigo que me contó la experiencia personal de su padre, decidí enfrentar de una vez por todas.

Me cuesta escribir esta entrada porque, aunque ya he hablado de temas personales en el blog, este me da reparo, es especialmente personal. Pero es importante que escriba la entrada porque en ella quiero resumir todas las ideas que trato de interiorizar día a día para recurrir a ellas cuando tenga recaídas y porque ojalá sirvan para ayudar a cualquier persona que sufra ansiedad ante la muerte.

MI EXPERIENCIA.

Todos somos conscientes en el fondo de que la muerte acecha pero intentamos pasar de puntillas a su lado y no acercarnos mucho. Mejor no pensar demasiado en ella. Y es que, como dice Irvin D. Yalom, catedrático de Psiquiatría en la Universidad de Stanford, mirar a la muerte de cerca es como mirar al sol: no aguantamos mucho rato sin quemarnos.

La mayoría de la gente recuerda el primer momento en el que es consciente de que la muerte existe. Suele ocurrir cuando somos muy pequeños; con la muerte de algún abuelo, de alguna mascota… empezamos a plantearnos qué es lo que pasa. En mi caso fue con la muerte de una tía bisabuela a la que yo quería muchísimo. Se llamaba Áurea (curioso nombre, ¿verdad?). Y, a pesar de mi horrible memoria, nunca he olvidado el olor a las flores que rodeaban su ataúd. Aún hoy de vez en cuando me viene ese olor y experimento una sensación extraña. Yo tenía 9 años.

Según muchos estudios, durante la adolescencia estamos demasiado ocupados buceando entre hormonas y el tema de la muerte suele desaparecer de nuestra mente hasta más o menos la treintena.

A mí me tocó diez años antes. Cuando tenía 20 años la muerte repentina de mi padre fue como si la Parca en persona se me apareciera, rompiera con su guadaña la burbujita en la que había vivido hasta entonces y me dijera “Si él puede, todos los que te rodean y tú, tú misma, también”.

Desde entonces he ido desarrollando poco a poco una gran ansiedad frente a la muerte. Al principio lo notaba menos en mis carnes y tenía más miedo por mi madre o mi hermana. Cada vez que tenían alguna revisión médica yo estaba nerviosísima. Además empecé a tener cierto pánico a ir a los médicos, cosa que antes no me ocurría.

Poco a poco fue creciendo hasta hace un año más o menos, cuando tuve lo que ahora puedo reconocer como dos ataques de ansiedad. ¿Cuáles fueron los síntomas? Despertarme a las 3 de la mañana muchas noches empapada en sudor y con el corazón a mil por hora, agobiada ante la certeza de mi propio final, desarrollando incluso síntomas como náuseas, mareos o escalofríos. Pesadillas. Caras de monstruos. No sabía si estaba soñando o despierta. Miedo a irme a dormir por la noche. Incluso hasta llegar a tener la certeza de tener los días contados y sentir cómo absolutamente nada de lo que me rodeaba tenía sentido. ¿Por qué? ¿Para qué? Si al fin y al cabo, se va a terminar. ¿Alguien se reconoce?.

¿POR QUÉ TENEMOS MIEDO A LA MUERTE?.

Esta pregunta sonará estúpida. ¿No es obvio? Todos tememos a la muerte pero, ¿por qué afecta de peor forma a algunas personas? Puede haber mil motivos pero muchas veces se presenta alguna de estas situaciones:
  • Experiencia que nos haya acercado de forma especialmente traumática a la muerte (un familiar fallecido, una enfermedad grave, presenciar accidentes...etcétera). 
  • Personas muy controladoras que no pueden afrontar algo como la muerte, que no depende de ellos, que no pueden controlar y cuyo resultado, encima, es desconocido. 
  • Personas que no viven la vida que habían soñado y que siempre están esperando al futuro para cambiar lo que no les gusta de su vida. Cuando se dan cuenta de que no tienen tiempo para cambiar, no son capaces de asimilarlo. 
  • “Las elecciones excluyen”. Detrás de cada sí hay un no  y eso es lo que paraliza muchas veces a la gente a la hora de tomar decisiones. Nos cuesta muchísimo asumir la renuncia como parte de nuestra existencia… renuncia en todo, relaciones sentimentales, en el trabajo… ¡cómo no nos va a costar asumir la renuncia a vivir!.

SUPERAR EL MIEDO A LA MUERTE.

¿Por dónde empezar? Esto también es bastante obvio, empecé por Google xDDD. Visité muchas páginas y en varias de ellas hablaban del libro “Mirar al sol” de Irvin D. Yalom. No es fácil de encontrar y, mientras me lo traían, lo intenté con otros como “El libro de la vida y la muerte” de Osho. Y no, lo siento, soy demasiado terrenal y poco espiritual para que frases como “La ilusión de la muerte es un fenómeno social. Ves morir a un hombre y te piensas que está muerto  pero como tú no lo estás no tienes ningún derecho a pensar de esa manera” me ayuden en lo más mínimo. No lo he tirado no sé por qué.

El libro de Yalom es diferente, habla para gente de a pie, lo cual es de agradecer.En esta entrada trataré de resumir las principales ideas en las que me quiero centrar para sobrellevar el  miedo a la muerte.

MORIR ES COMO NACER.

Ahora mismo, la posibilidad que me resulta más probable es que, cuando muera, pase al mismo estado en el que estuve antes que nacer. En palabras de Nabokov “La cuna se mece sobre un abismo […] nuestra existencia no es más que una fugaz rendija de luz entre dos eternidades de oscuridad”. ¿Por qué será que nos preocupa tan poco la primera oscuridad y tememos tanto a la segunda?

Además, ¿por qué temer a la muerte si nos es imposible percibirla? No vamos a ser conscientes de nada, como cuando no habíamos nacido y nuestros padres vivían sin nosotros.

Evidentemente con esta idea sola no vamos a ningún lado pero es un comienzo que, a pesar de que es puro sentido común, a mí me tranquiliza.

NO PUEDES LLEVARTE NADA DE LO QUE RECIBISTE, SÓLO LO QUE DISTE.

Esta es una de las ideas más poderosas para mí y la quiero introducir con cuatro historias.

“Everyman” (obra de teatro medieval).

La muerte le anuncia a Everyman que ha llegado su fin pero él se rebela y le pide que lo posponga. La muerte le dice que buena suerte :-D y Everyman contesta que por lo menos le permita llevarse a algún amigo que le acompañe (muy majo Everyman, muy considerado xDDD). La muerte sonríe y le dice que adelante, que si consigue encontrar a un amigo que esté dispuesto a acompañarle, que lo permitirá. 

Everyman intenta entonces convencer a sus grandes amigos Bienes Terrenales, Belleza, Fuerza y Conocimiento pero éstos se niegan rotundamente. Sólo uno, “Buenas Obras”, accede y le acompaña en su último viaje.

Invitación a comer.

Un padre siempre invitaba a comer a sus hijos a un buen restaurante. Pasaban una agradable tarde en familia y, cuando se lo agradecían, él siempre contestaba que no se lo agradecieran a él si no a su abuelo, que siempre invitó a comer a sus hijos, decidiendo él continuar con la misma tradición.

Vive en ti.

A los pocos meses de morir mi padre intenté salir de fiesta con mis amigos y no pudo salir peor ya que el alcohol sacó lo peor que llevaba dentro. Terminé sentada en el borde de un paso de cebra del Paseo de la Castellana junto a un amigo y no especialmente el mejor, pero es curioso que ese día estuviera precisamente él, que había sufrido la muerte de su hermano mayor hacía años. No sé por qué pero en ese momento, de todo lo que se me pasaba por la cabeza, lo único que me salió contarle atropelladamente mientras lloraba, fue cómo mi padre, cuando se acercaba la hora de mi llegada a casa y oía el ascensor, se asomaba por la mirilla para ver si era yo y de esa forma, en cuanto yo salía del ascensor, no me daba tiempo ni a meter la llave porque ya me abría él con una sonrisa en la cara. Le contaba a mi amigo cómo echaba de menos eso. Cómo aún esperaba que se abriera la puerta pero ya nunca pasaba. En aquel momento mi amigo, que había sufrido la muerte de su hermano y que sabía más de lo que yo creía, me dijo que en vez de entristecerme por ese recuerdo, que lo hiciera yo, que abriera la puerta por sorpresa a los demás. “Así él vive en ti. Es una forma de mantenerle vivo”.

Búscala entre sus amigos.

Una chica daba un discurso en el funeral de su madre y recordó una de sus frases favoritas: “Buscadla entre sus amigos”. Mirad entre sus amigos y reconoceréis sus gestos, sus enseñanzas, su historia, su vida y su huella. Ella vive entre sus amigos, buscadla ahí.

La conclusión de las cuatro historias es la misma. El dejar huella en la gente que tiene la oportunidad de conocerte es, en cierto modo, una forma de seguir con vida aún después de muerto. Sigues vivo a través de tus amigos, ya sea por lo que les has enseñado, por lo que les has aportado, por lo que han vivido contigo. Mi padre sigue vivo porque no hay día que no le recuerde y porque muchas veces intento seguir su ejemplo y comportarme conforme a lo que me enseñó.

Nosotros (me incluyo) que buscamos refugio en la religión que, no nos engañemos, nos ayuda a creer que nuestra vida continuará después de morir, constituyendo un medio para no asumir el final, para evitar la renuncia … Nosotros tenemos delante de nuestras narices una manera de ser realmente eternos. Que nos busquen entre la gente que nos conoció.  

Y nunca es tarde. El libro habla de enfermos terminales que deciden convertirse en un ejemplo de cómo morir con dignidad, que transmiten lecciones de vida a los demás y que dejan una huella imborrable.

¿POR QUÉ ESPERAR A LA MUERTE PARA DAR GRACIAS?.

¿En cuántos funerales no habéis deseado que la persona fallecida estuviera ahí para escuchar lo que pensaban los demás de ella? ¿Por qué esperar a la muerte para dar gracias? El libro plantea un ejercicio (que suele hacerse en grupos) que me pareció muy bonito y que practicaré.

Piensa en alguna persona viva por quien sientas una intensa gratitud que nunca expresaste. Dedica diez minutos a escribirle una carta de gratitud a esa persona; luego acércate a otro del grupo y leeros la carta el uno al otro. El paso final es hacerle una visita al destinatario en el futuro cercano y leerle la carta en voz alta.

MUERE EN EL MOMENTO JUSTO.

Lo que más me atemoriza (además de separarme de la gente que quiero) es el no haber vivido bien la vida o no haber vivido lo suficiente. Si esto está pasándote lo que no hay que hacer es obsesionarse con el arrepentimiento por el pasado si no mirar al futuro (por corto que sea) y pensar qué puedes hacer en tu vida para vivirla de verdad a partir de ahora.

Es decir, hay que aprovechar el enfrentamiento con la muerte para aprender a vivir: “La manera de valorar la vida, la manera de sentir compasión por los demás, la manera de amar cualquier cosa con más profundidad es ser consciente de que estas experiencias están destinadas a perecer”

Como decía Nietzsche: “Conviértete en quien eres. Consuma tu vida. Muere en el momento justo. Cumple contigo mismo, realza tu potencial, vive audaz y plenamente. Entonces, y sólo entonces, muere sin lamentarlo”.

Nunca es demasiado tarde. Nunca eres demasiado viejo.

Esto es todo por ahora. En esto he estado trabajando y seguiré haciéndolo. Es un proceso difícil y noto que enfrentar todo esto, pensar en ello, escribir, hablar sobre ello, me produce tensión y llevo unos días bastante nerviosa. Pero, por otro lado, gracias a estas ideas siento que, por primera vez, tengo algo a lo que aferrarme, algo en lo que centrarme para poder convivir con el miedo que sé que nunca desaparecerá del todo.

Si me dedico a vivir seguir viviendo como quiero vivir, sin miedos, sin arrepentimientos, tomando decisiones valientes y tratando de dejar una huella positiva en los que me rodean, moriré sin lamentarlo.

Sé que ha sido una entrada un poco negra pero me ha ayudado mucho ordenar mis ideas y, lo dicho, si por casualidad alguien que comparta mi problema pasa por aquí y le sirve de algo, seré muy muy feliz. 

Mientras tanto ...

No dejaremos de explorar. 
Y el fin de nuestra exploración
Será el de llegar al sitio desde donde partimos
Y conocer el lugar por primera vez.
T.S.Elliot.

Lo que pensamos de la muerte sólo tiene importancia 
por lo que la muerte nos hace pensar de la vida.

16 de febrero de 2014

¡Atrápame si puedes ciclogénesis!

Jueves, en torno a las 19.00.

Mi madre: "Te has vuelto rara ...".
Yo: "Anda toma ya, ¿y eso a cuento de qué? xDDD".
Mi madre: "¡Pues eso! Que antes eras una chica normal, y ahora te estás volviendo una chica rara... Meditas y te compras libros muy raros".

Ala, ahí lo llevas, lo soltó y se quedó tan pichi la tía xDDD.

Viernes, 15.00.

Yo: "Pffff qué asco de día, gris ... venga a llover ... ".
Mi madre: "Ya ... pues fíjate, ¡en Valencia están a 25 grados!".
Yo: "¿Cómoooooooo?".
Mi madre: "Lo que oyes, ha salido en el telediario".

Yo ya estaba consultando en el móvil Accuweather para comprobar el tiempo del sábado. En cuanto vi que se mantenían los veintitantos grados no lo dudé.

Yo: "¡¡Vámonos a Gandía!!".

Mi madre: "¡Pero qué dices! ¿Cómo nos vamos a ir a Gandía así de repente? ¡Si no he preparado nada, no he pensado lo que tengo que llevar!" [Inciso: mi madre cada vez que va a Gandía necesita mínimo un mes para reflexionar sobre lo que tiene que llevarse].
Yo: "No seas tonta ... tú imagínanos mañana paseando por la playita... con el solecito ...".
Mi madre: "Pero ...".
Yo: "Yo me voy, tú verás ...".

Se me quedó mirando y yo creo que reconoció la misma mirada que tenía yo cuando le dije que me iba sola a Sintra porque lo siguiente que dijo fue "Voy a hacer la maleta".

Así empezó este día de verano en medio del invierno. Huimos de la ciclogénesis madrileña, pasamos el sábado en Gandía, y volvimos hoy huyendo de la ciclogénesis valenciana. Completamente surrealista e inesperado, ¡justo como me gusta a mí!. Nos pasamos el sábado paseando por la playa, tiradas en la arena, leyendo, comiendo de chiringuito, tomando llaollao por el paseo marítimo y cogiendo color en los mofletes, ¡al menos yo!. No era yo consciente de echar tanto de menos la playa...

Ese color de piel blanco nuclear ... 


Y cuando íbamos andando por la playa ...

Mi madre: "Anda que quién me iba a decir a mí cuando me levanté ayer que hoy iba a estar aquí en la playa, con este tiempo, dando un paseo por la orilla ... ".
Yo: "Ya ves mamá ... ¡qué cosas haces! ¡quién te ha visto y quién te ve! Antes eras una madre normal y ahora eres una madre ... ¡¡¡RARA!!!" xDDD.

Hablando de madres, me despido con un vídeo que me arrancó la lagrimita:


La canción es "Primavera" de Ludovico Einaudi, ¡un grande!.

¡Buena semana a tutti!

12 de febrero de 2014

La vida de Adèle.

Después de una época de sequía ¡estoy yo últimamente muy cinematográfica! Voy a hablar de la película que vi anoche, "La vida de Adèle".

Lo primero de lo que quiero hablar es de su duración, ¡casi 3 horas!. Yo no lo miré y me puse a verla a las 22.30. A las 0:30 miro ¡y quedaba una hora! Y lo peor es que ya estaba enganchada así que me tuve que quedar viéndola y hoy mis ojeras tienen nombre propio, Amelia y Gladys.

Bueno, voy con "La vida de Adèle", película francesa basada en la novela gráfica "Le bleu est une couleur chaude", el azul es un color cálido (qué bonito es el francés, me encanta). Para no variar, me gusta mucho más este título, de hecho, en la versión inglesa lo han mantenido "Blue is the warmest colour".



Cuando oí hablar de esta película yo dibujé en mi mente cómo iba a ser. La típica historia de la adolescente que se da cuenta de que le gustan las chicas, se enamora, pero lo oculta a todos y por culpa de eso su relación va mal, sufre, y al final se descubre todo el pastel ... Bueno, pues no, ¡nada que ver! O no del todo.

Empieza así, desde luego, con Adèle (interpretada increíblemente bien por Adèle Exarchopoulos) sufriendo por no conseguir sentir nada por un chico a pesar de intentarlo con todas sus fuerzas. Pero luego la película es mucho más. Tengo muchas ideas mezcladas así que en estos casos ... lo siento Rubs, tápate los ojos, ¡voy con bullets! xDDD.

  • Me encantó la escena en la que se ven por primera vez Adèle y Emma (que sale en el trailer, 0:23). Me pareció genial la combinación de la música callejera con los gestos de Adèle quien, de repente, siente una atracción como nunca cuando ve a Emma por la calle y se la queda mirando atónita hasta el punto de quedarse parada en mitad de un paso de cebra. Y también me encantó la mirada de Emma en plan "¿qué ha sido esto?". 

  • Durante la primera parte la historia se centra en la relación entre ellas, en cómo se enamoran la una de la otra locamente. Las interpretaciones son increíbles. Al cabo de un rato yo dejé de darle "importancia" (si es que se la llegué a dar) al hecho de que fueran dos chicas. Son dos personas que se quieren, que conectan como no han conectado antes con una persona. Cómo se miran, con qué ojos de deseo, con qué pasión se tocan, lo sientes tú en cada escena.

  • La película incluye escenas de sexo explícito. La verdad es que a mí, doña Pudores, no me pareció mal. A pesar de ser escenas bastante "oh my dear lord" xDDD, me parecieron más elegantes que muchas escenas de pelis españolas que he visto. Quizá porque ya estaba enamorada de la relación de Emma y Adèle pero, en mi opinión, aunque la película ha sido criticada por algunos en este sentido, yo veo que esas escenas vienen a cuento: ¿cómo muestras al 100% la liberación total de lo que Adèle lleva siglos reprimiendo si no es mostrando el sexo tal y como es?. 

  • El personaje de Adèle es el más importante, por supuesto. Pero me llamó muchísimo la atención Emma. Cuando salía llenaba la escena y es como si nunca la llegaras a conocer del todo mientras que no ocurre lo mismo con Adèle, que desnuda su alma desde la primera escena.

  • Me gusta más el título "Blue is the warmest colour" por lo que representa: la liberación de Adèle, en mi opinión. No sé si el director lo hace de casualidad pero mete muchísimo el color azul a lo largo de la pelicula (por ejemplo, en las uñas de la primera chica con la que Adèle se atreve a liberarse un poco), siendo lo más evidente el color azul del pelo de Emma, el mayor motivo de liberación de Adèle. Y curioso que en la escena final Adèle se ponga ese vestido azul ... ¿su liberación del todo, de una forma completamente independiente de los demás, tal vez?. 

  • La banda sonora es muy curiosa. Combina música de tooooodo tipo. Muchas de las canciones me parecieron de estilo electrónico, yo creo que a ti Juanjo, te gustaría ;) Pero voy a destacar dos que no son muy electrónicas jejeje. 

La primera "I follow rivers" que ya tenía yo fichada y me encanta:


La segunda es la música de un tipo en la calle que suena tanto cuando se ven por primera vez Emma y Adèle como en la última escena de la película. ¡No sé qué tiene pero me encanta!. Y el chico que la toca, un tal Klaim, tiene muchos vídeos curiosos en youtube tocando un instrumento rarísimo.



Creo que me ha gustado tanto porque logra que te metas en la historia, que conectes mucho con las dos protagonistas. Muestra cómo a veces nos encontramos con una persona a la que, pase lo que pase, no vamos a olvidar nunca. Personas que nos marcan. Consigue que sientas con Adèle su pasión, su amor, la impotencia que siente al principio cuando quiere que le guste un chico y no es capaz, la locura que le/nos invade cuando pierdes/perdemos la cabeza por alguien y hacemos que toda nuestra vida gire en torno a esa persona, la impotencia al equivocarse, la dependencia emocional, el desgarro y sufrimiento ante la pérdida, el largo camino hacia la recuperación de nuestra identidad como personas independientes.

Es de estas películas que no deja indiferente y, cuando acaba, sigues pensando un poco en ella. Últimamente busco pelis así ... Bueno, no siempre, ahora me estoy bajando "Frozen" xDDD.

Ya me contaréis si la veis.

"Me gustaba mucho Sartre en el instituto. 
Dijo que podíamos elegir nuestras vidas sin seguir un principio superior.
Me vino bien. Especialmente en la afirmación de mi libertad y mis propios valores, 
y en la rigurosidad de mis compromisos". 
Emma en "La Vida de Adele".

7 de febrero de 2014

Saving Mr. Banks

Mary Poppins me encantaba de pequeña. "Mamá, así yo también ordenaría mi habitación, ¡no te fastidia!". Soñaba con tener una institutriz como Mary y me aburrían soberanamente las escenas en las que salían los padres de los niños. ¡Que se pasen ya y salga Mary Poppins!. Me daba mucha pena que se fuera al final por mucho que los niños volaran la cometa con sus padres. ¡Qué rollo, yo quería a Mary!.

Y ahora, tantos años después, se hace una peli adulta para que mi yo adulta cambie totalmente la perspectiva que tenía de esta historia.

SAVING MR. BANKS.



Walt Disney se pasó más de 20 años persiguiendo a P. L. Travers, escritora de Mary Poppins. Había prometido a sus hijas que rodaría una película basada en su libro favorito, pero su frustración crecía cuando, cada año, recibía un sonoro NO como respuesta.

Finalmente P. L. Travers, movida por problemas económicos, sucumbió a los deseos de Disney con la condición de poder tomar decisiones importantes sobre la película y que se grabaran absolutamente todas las discusiones sobre el rodaje.

Y así es como conocemos a P. L. Travers, una mujer estirada, exigente, gruñona, imposible de satisfacer, malhumorada y extremadamente controladora, que tiene que lidiar con Walt Disney, que es todo lo contrario, alegre hasta el extremo, optimista, despreocupado e hiperactivo.

Los personajes son encarnados a la perfección por Emma Thompson, que consigue que la odies al principio de la película y la adores al final, y Tom Hanks, un Disney perfecto ... es Tom Hanks, ¿acaso esperaba otra cosa?.

La película es una lucha entre los deseos de Disney y Travers. Disney quiere transformar el libro en un desfile de música, bailes y pingüinos de dibujos que saben bailar. Travers se niega a convertir el libro basado en su propia vida en un chiste.

¿Cómo llegar a un acuerdo entre ideas tan diferentes? ¿Cómo dos infancias difíciles pudieron dar lugar a dos caracteres tan opuestos? ¿Cómo pudo conseguirse rodar una película que nacía a partir de un conflicto semejante entre director y escritora?. Sólo de una forma ... aferrándose a lo único que compartían los dos por igual: el significado que Mary Poppins tenía para ambos, que no era otro que el de constituir un medio para salvar en cierto modo a sus respectivos padres. De ahí el título, que me gusta mucho más en inglés, "Saving Mr. Banks".

Quiero destacar una escena, la del estreno de Mary Poppins, cuando Travers está viendo en el cine el resultado final. En ese momento yo misma volví a ver "Mary Poppins" por primera vez, con los ojos de quien conoce ya la vida de Travers y lo que implicaba la historia; con ojos de quien, como Disney y Travers, también habría querido recuperar a su padre a través de esa película.

Por primera vez vi escenas de Mary Poppins deteniéndome en el personaje del padre, sintiendo lo que quería transmitir Travers con la imagen del señor Banks alejándose solitario por las oscuras calles de Londres camino del banco y emocionándome al entender el significado de la escena final en la que la familia al completo hace volar la cometa.

Hacía muchísimo tiempo que una escena no despertaba en mí emociones tan intensas, rompí a llorar desde lo más profundo pero no de una forma gratuita y facilona como con otras pelis sino sintiendo ilusión, tristeza y alegría a la vez ... ilusión por revivir una de mis películas preferidas de mi infancia, tristeza por la realidad de Travers, y alegría por lo que Mary Poppins consigue momentáneamente para Travers, para Disney y para mí. Y toda esa escena montada de la forma más sencilla: imágenes y música de "Mary Poppins" y las actuaciones de Emma Thompson y Tom Hanks.

Por último, como siempre hago, quería comentar la banda sonora. Hace mucha ilusión volver a escuchar las canciones de "Mary Poppins", a ver quién se resiste a no tararearlas cuando salen ... Volví a emocionarme con "Feed the birds" como cuando era una enana. Es tan bonita ...



Pero la propia banda sonora instrumental de la película, de Thomas Newman, es preciosa. Selecciono estas tres canciones:

Walking bus

Laying eggs

To my mother (especialmente a partir del minuto 2:10 o así).

En conclusión, si te emocionó "Mary Poppins" de pequeño, "Saving Mr Banks" te emocionará de adulto.

Viento del este y niebla gris
Anuncian que viene lo que ha de venir
No me imagino qué irá a suceder
Mas lo que ahora pase ya pasó otra vez

3 de febrero de 2014

Viajar sola.

CÓMO EMPEZÓ TODO.

"¿Por qué, en general, se rehuye la soledad? 
Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos". 
Carlo Dossi. 

Todo empezó con un moscoso. O quizá había empezado mucho antes, es posible. Pero el caso es que tenía que cogerme ese día de vacaciones antes del 15 de febrero y elegí el lunes 3 (luego supe que era posible pedirlo después del 15 pero si no hago novatadas ahora, ¿cuándo las voy a hacer?).

La situación: tenía 3 días libres, ganas de hacer un viaje para aprovecharlos y nadie que pudiera o quisiera venir conmigo. Este año, según mis objetivos, sólo me quedaba una opción posible: salir de mi área de confort de una maldita vez y atreverme a lo que he pensado millones de veces... Viajar sola.

Y así es como acabé cogiendo mi coche un viernes y conduciendo por la A5 en dirección a Sintra, sitio al que tenía muchísimas ganas de ir.

El objetivo. Conocer Sintra, por supuesto. Pero también conocerme un poco más a mí. Y dedicar tiempo a reflexionar, a desconectar del mundanal ruido y a entregarme al “dolce far niente”. Pasar tiempo conmigo misma y ver si soy buena compañera de viaje, ver si repetiría conmigo.

EL INICIO DEL VIAJE.

"Aquel que tiene miedo sin peligro, 
inventa el peligro para justificar su miedo".
Alain 

Los días previos me entraba una risilla nerviosa cada vez que pensaba en el viaje. Podéis pensar “bah viajar sola 3 días, no es para tanto”. Pero para mí lo es, de verdad que sí. Soy muy cagueta para según qué cosas.

Cuando cogí el coche y enfilé por la carretera me invadió una sensación de libertad como nunca. “Bueno chica nos vamos de viaje tú y yo solas. ¿Preparada?”.

La música fue fundamental. Los días previos estuve buscando alguna lista de spotify que se llamara “viaje en solitario”, “viaje solo” o algo así. Pero no encontré nada. Así que me descargué una lista mía llamada “RUNNING” que me hice para aquella única vez en la que corrí 15 minutos xDDD y fue todo un acierto, me duró exactamente hasta que llegué a Sintra (¿cuántas horas pensaba yo hacer running? xDDD) y, como no recordaba qué canciones había metido ahí, hubo varios momentos de “¡Sí, temazoooo!  Y me venía yo arriba ahí sola en el coche dándolo todo.

Es curioso como algunos miedos que nos entran se basan en imaginaciones nuestras sin ningún fundamento. Pongo un ejemplo. Me daba miedo conducir en Portugal. Sí, absurdo. Y el caso es que he conducido por Escocia y Nueva Zelanda. Pero no sola. Aaaahh, sola, la palabra maldita. Así que me iba mentalizando “bueno, ¿y cómo será la frontera con Portugal? ¿Cambiará mucho todo? Ay no sé … Yo creo que en mi mente me imaginaba un cartel enorme que pondría PORTUGAL, con calaveras y quizá algún cadáver colgando de una soga y, después de él, los carriles se transformarían en caminos de 1 metro de ancho rodeados por lava hirviendo como en Mordor.

O me traumatizaban los peajes. Ahora en Portugal hay peajes electrónicos que ya llevaba yo convenientemente pagados de casa. Pero aún así, ¿y si no sabía atravesarlos?  Me imaginaba el peaje así:



Luego fue gracioso. La entrada a Portugal fue algo así como … “Jolin, ¿cuánto tiempo hace que los carteles de la carretera están en portugués? ¡Cómo, que ya estoy en Portugal y no me he enterado!”. Y los peajes …  de los peajes ya hablaré en otra ocasión... O no. xDDD.

El caso es que conseguí atravesar carreteras portuguesas y llegar a esa ciudad que me ha enamorado y a la que estoy segura de que volveré, parafraseando a un amigo, “más antes que pronto”: Sintra, ¡oh Sintra!.

EL VIAJE.

"Vamos a plantearnos que estamos todos locos, 
eso explicaría cómo somos y resolvería muchos misterios".
Mark Twain

El primer día lo dediqué a explorar Sintra de cabo a rabo y hablaré en otra entrada distinta de todo lo que hay que ver, ¡que no es precisamente poco!. Fue bonito perderme por allí, meterme por todas partes, sentir a veces que los sitios eran todos para mí, pensar, escuchar música, escribir en un cuaderno rodeada de paisajes alucinantes… Estuvo genial, la verdad.

El segundo día mi plan era acercarme a la costa, a Cascais. Y de verdad que era lo que pensaba hacer … hasta que me desperté por la mañana. Abrí los ojos, vi que llovía, me dio pereza Cascais y sentí un impulso. ¿Y si hablo con el del hotel para ver si me puedo ir un día antes? ¿Y si cojo el coche, sin ningún plan, y me dedico a conducir? Podría parar donde me diera la gana y a ver hasta dónde llego.

Cuando ya tenía la maleta hecha y todo recogido me senté en la cama. A ver tía, estás loca, ¿seguro que quieres hacer esto?. Saqué una cutre aplicación del tarot que tengo en el móvil y que, a veces, aunque no creo en estas cosas, me da un poco de miedito, me eché las cartas y tuve la respuesta a mis dudas en la cara:




Cogí el coche, conduje, conduje y conduje, subiendo Portugal arriba ... aproximándome inquietantemente a Galicia ... hasta que por mi mente se trazó un plan que había imaginado cientos de veces: pasar una noche en un hotel que hay en medio del santuario de Covadonga. ¿Despertarme al día siguiente en Covadonga? ¡Desde Portugal! ¡Qué locura! Y, sin embargo, cómo me apetece …

No sé qué tiene Asturias que tanto me atrae. Pero allí terminé. Loca. Pero esta mañana, en Covadonga, estuve donde quería estar. Donde había elegido libremente ir.



MOMENTOS "EJEM".

"Quiero ser capaz de estar sola, encontrarlo nutritivo, no una simple espera".
Susan Sontag.

Viajar sola me ha gustado, y sé que volveré a hacerlo seguro pero, si tengo que elegir,  prefiero viajar con gente. Soy una persona que está constantemente haciendo bromas y comentando cosas, y he echado de menos muchas veces tener a alguien al lado con quien hablar, y más en un país extranjero sin whatsapp. ¡Si hasta hubo un momento que fui a darle un codazo a Lhotse y lo di al aire! xDDD.

Para mí lo ideal sería una combinación de ambas cosas, es decir, viajar con gente con la que tengas la confianza necesaria para poder decirles “oye necesito ahora un rato a mi bola”. Sí, eso sería perfecto para mí.

Luego ha habido momentos ... "ejem". En realidad sólo dos y afortunadamente los aparté rápido. La primera noche, de tanto conducir en tensión, tenía la espalda un poco mal y me empezaron los síntomas que tengo cuando me empeora una contractura que arrastro. Y empecé a agobiarme y a sentir ansiedad pensando “si me pasa algo aquí, sola, en otro país … “. Pero empecé a aplicar lo que estoy aprendiendo en meditación, a respirar pausadamente, y terminé durmiéndome. No me volvió a pasar, las otras noches dormí perfecta.

El otro momento "ejem" me chocó al principio, luego ya no. Es el famoso “¿vienes sólo tú?”. ¡Me ha pasado muchísimas veces! ¡Y en los momentos más insospechados! xDDD.

En la taquilla de la Quinta da Regaleira pido una entrada.

      “¿Dos?”.
      “No, sólo una”.
      “¿Sólo una?”.
      “Sí, sólo una”.

En un restaurante, entro sólo yo, pido mesa.

      “¿Para dos?”.
      “No, sólo yo”.

En el hotel.

      “Voy a necesitar ambos documentos de identidad”.
     
Tardé un rato en contestar, pensando "¿qué otro documento quiere?¿mi pasaporte? Hombre, no creo, esto es la Unión Europea, ¿querrá también mi carné de conducir?" ¡Hasta que me di cuenta de que pensaba que en alguna parte había alguien más!.

      “Jajaja ¿ve usted a alguien más? No me diga que sí por favor, que da miedo”
      “Ah, ¿es usted sola?”.

Y hoy en el desayuno

      “¿Mesa para dos?”. Ya he respondido por inercia “no, soy sólo yo”.

Por el amor de dios, ¡parece que nacemos de dos en dos!.

MOMENTOS CON LOS QUE ME QUEDARÉ SIEMPRE.

"Ahora empiezo a meditar lo que he pensado, 
y a verle el fondo y el alma, 
y por eso ahora amo más la soledad, pero aún poco".
Miguel de Unamuno

  • Cuando en medio de un paisaje precioso de Extremadura, con los rayos de sol cayendo al fondo, empezó a sonar la canción “Heartlines” de Florence + The Machine que hacía siglos que no escuchaba. Fue perfecta para ese momento.



  • La entrada en Lisboa por el Puente 25 de Abril y yo gritando “Tomaaaaaaa he llegadoooooo”. 

  • Con la sensación de libertad que me invadía por momentos. Saber que, en ese momento, podía hacer lo que me diera la gana y plantarme en cualquier sitio al que me apeteciera ir. 

  • Escribiendo en mi cuaderno con esta vista del Palacio da Pena al lado mientras me tomaba un café calentito y una queijada.



  • Con un momento sólo para mí, cuando como por arte de magia desaparecieron todos los turistas y me quedé sola en el pozo de la iniciación de la Quinta da Regaleira. ¡Momento mágico y estremecedor!.


  • Con las reacciones de mi madre, de Lhotse y de Rubs cuando supieron que estaba en Cangas. Respuesta de Lhotse: "Jajajajajajajajajaja loca no, lo que te has pegado ha sido una buena pechada a conducir. Cangas de onís!!! todos tus pasos te llevan allí, tal vez sea una señal". Respuesta de mi madre: "¡Bueno, no me lo puedo creer!. Vayas donde vayas siempre acabas en el mismo sitio". Respuesta de Rubs: "Jajajajajaja me encanta. Estoy viendo que este verano desde Noruega me escribirás diciendo no es que verás, al final una cosa llevó a la otra y ... " o "¿Cómo? ¿Quiere decirme que no hay vuelos de Kuala Lumpur a Asturias?". Jajaja creí que me moría de la risa leyendo todo esto. 

  • Otro momento sólo para mí: a solas en el Convento de los Capuchos. ¡Un sitio mágico del que hablaré mejor en otra entrada". 

  • Con la idea que se representaba en la entrada al Convento de los Capuchos. Se ven tres montículos con tres cruces y dos de ellos tenían una escalerilla oculta por detrás. Yo no lo pensé y tomé una de ellas. Después me explicaron el significado. Se puede entrar por cualquiera de las dos cruces laterales y el significado es que, en la vida, somos completamente libres de elegir el camino que tomamos pero, escojamos el que escojamos, nos terminará encontrando con Dios. Me pareció una idea muy bonita. 


  • Bajando por los bosques que hay alrededor del Palacio da Pena, cubiertos por un poco de niebla, escuchando esta canción:




Y, sobre todo, me quedo con que, aunque el primer día era muy consciente de que estaba sola, hoy me di cuenta de que lo había interiorizado ya, era algo asumido, algo normal. Ya no me resultaba nada rara la situación. Cuando contesté "soy sólo yo" al camarero que me preguntó en el desayuno, lo hice ya sin darle importancia, de hecho, me di cuenta de ello un buen rato después. Y me encanta la sensación de ser libre, independiente y de saber que, si quiero hacer algo, no necesitaré a nadie para hacerlo. Es un paso para llegar a ese "te quiero mucho pero no te necesito nada" que tanto me gustó leer el otro día.

La lista ya no se llama Running. Se llama VIAJAR SOLA y la volveré a usar, estoy segura :-)