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24 de septiembre de 2014

India 2/7 - Experiencias en la India

Las sonrisas de la India.

Una de las primeras cosas que te enganchan de la India es su gente. Es muy curioso cruzarte con el hombre más serio sobre la faz de la tierra, sonreirle, y ver cómo se transforma su cara en una sonrisa enorme y alegre desde los ojos a la boca. Me pasó muchas veces. Son simpáticos por naturaleza. Íbamos siempre en el coche saludando a diestro y siniestro a todos los indios que nos cruzábamos en otros coches o en motos.






A cada cosa la importancia que tiene.

Dos chicos en una moto a nuestro lado protegiéndose a duras penas del monzón con un paraguas viejo. Inevitablemente, se les rompe el paraguas y empiezan a empaparse. Ambos miran al cielo riendo a carcajada limpia. Se cruzan nuestras miradas y ven que también reímos. Aumentan aún más sus carcajadas y nos saludan alegres con la mano.

No puedo evitar pensar en las veces que se me ha roto a mí un paraguas en medio de la lluvia ... Mala leche, palabrotas, mal humor ... Igualito que ellos ... da que pensar.

Pobreza y aceptación.

Sí, por supuesto, en la India he visto pobreza como en ningún otro sitio. Pero es una situación que te provoca sentimientos encontrados. Por un lado, te sientes impotente porque te gustaría ayudarles. Sobre todo me removían los niños, es inevitable. Son tan ricos, ¡y tan inteligentes! Nos cruzamos con un niño que no tendría más de 10 años y que tenía unas habilidades comerciales ... ríete tú de un consultor engominado... Ibas andando y te avisaba "cuidado, una caca" para que no pisaras xDDD. ¿En cuántos idiomas se sabría la palabra "caca"? xDDD. Y te da rabia no poder ayudarles pero lo cierto es que muchos de ellos viven inmersos en el mundo de las mafias y el dinero que les das, no les beneficia a ellos...

Todo eso me removió pero después las tres coincidimos en algo. Todos los indios con los que nos cruzamos, hasta el más pobre, compartían esa aceptación serena de su vida que no somos capaces de comprender. Transmiten la sensación de estar conformes con lo que esta vida les da, conscientes de que cuanto más lo acepten, mejor será su siguiente vida. Viéndoles así era incapaz de tenerles lástima a ellos ... más bien sentía lástima de mí misma por no ser siempre 100% feliz cuando lo tengo todo para serlo.




Conduciendo por la India.

La primera regla para conducir en la India es esta: no conduzcas en la India xDDD. O te mueves en transporte de allí o te buscas un conductor pero es así, no es posible para un occidental conducir en ese infierno de coches, tuk-tuks, rickshaws, camiones, motos, elefantes, vacas, camellos, burros, ¡hasta peatones en medio de la carretera! y todo esto en los dos sentidos, en diagonal, de arriba a abajo, "p'alante", "p'atrás", saliéndose de la carretera ...

Todo es diferente. En España llegas a un peaje, esperas aburrido la pequeña cola, pagas y te vas. Aquí esperas mientras se te acerca un hombre con un mono enorme adiestrado que empieza a hacer juegos malabares para entretenerte :-D

Y luego están los pitidos ... La cosa funciona así. Cuando vas conduciendo y tienes pensado hacer una pirula tipo invadir el carril contrario de lo que en España sería la A6 pasando casi por encima de otro coche para esquivar una vaca, lo único que tienes que hacer para avisar de ello es pitar bien duro, ahí, con ganas. El hecho de que todo el mundo use el pitido como garantía de seguridad vial ante pirulas unido al hecho de que ... ¡todo allí son pirulas! es lo que hace que en la India no pares de escuchar pitidos de coche. De hecho, cuando salí del aeropuerto en Madrid exclamé: "¡pero qué silencioso es Madrid!" xDDD. Jajaja y ayer adelanté a uno de un modo poco ortodoxo I must say xDDD ¡y me salió pitarle! ¡lo hice involuntariamente lo juro! Me miró con un odio ...  Y el ataque de risa que me entró después fue muy mítico ...

En conclusión, que es un auténtico espectáculo conducir por allí y, como muestra, un vídeo que grabé en Jaipur :)



Las reinas de la India.

Ríete de las mujeres de los maharajás. Nada, auténticas aficionadas al lado de ellas. Las únicas. Las vacas. Campan a sus anchas por todo el país, arropadas por el cariño y el respeto de los indios, que las protegen como lo más sagrado y preciado para ellos. Fue especialmente genial el día que, de pronto, se montó un atasco tremendo sin explicación y, cuando llegamos al origen de todo, vemos a una vaca sentada en medio de la calle mirándonos como diciéndonos "Losers ..." y el atasco se debía a que los coches tenían que atravesar una zanja para poder esquivarla. ¡Ver para creer!.

Sois basura... 

Hola, me vas a poner un kilo de melocotones 
y que estén maduritos...


Delhi Belly.

Todo el mundo me lo decía: "Asume que te vas a poner mala del estómago. Nadie se libra". Y yo les decía "sí, sí, lo tengo asumido" aunque en mi fuero interno yo pensaba ... No sabéis con quién estáis hablando. Con doña "no pienso beber si no he oído el clic del tapón de la botella". Con la señorita "no abras ni un milímetro tus labios en la ducha así se te ponga la piel morada de no respirar". Con madame "sólo me lavo los dientes con agua mineral del Himalaya". Con miss "no sabemos cómo han lavado esa lechuga, no os la juguéis".

Al principio de mi viaje las cosas pintaban bien ... vamos que en vez de Delhi Belly lo que tenía era un Delhi Tapón... Pero después, por lista, ¡toma Delhi Belly!. No fue muy grave afortunadamente y además creo que lo provocó más el comer picante todos los días que el agua. Pero confirmo que es así, en este viaje hay que asumir que es difícil librarse de los problemas de estómago. Aun así no me privé de seguir zampando mi adorada comida india a la que le dedicaré una entrada.

Picaaaaaaaaaa


La fauna.

En la India te encuentras animales curiosos, como por ejemplo este bicho que se quedó durante 15 minutos inmóvil a nuestro lado, escuchando nuestra conversación, no cabe otra posibilidad ...


También me parecieron espectaculares los monos. Estaban por todas partes y eran unos mangantes... En las ciudades aún eran un poco más civilizados pero un día íbamos en coche por la selva y a nuestro lado empezaron a aparecer monos. El guía nos dijo "no abran ventana" pero como a mí me costó varios días entender el acento del guía le entendí "abran la ventana" y menos mal que sólo di tiempo a que me miraran con los ojos inyectados en sangre antes de que el guía gritara "¡pero qué haceeeee! ¡cierre inmediatamenteeeee!". Estuve a punto de liarla muy gorda ... xDDD.



Y el colmo de la fauna fue cruzarnos con una serpiente tipo la de la peli "Anaconda" en la piscina de uno de los hoteles ... India is different.

Los preciosos saris.

¡Qué guapísimas van las mujeres indias! Nos enamoramos de sus saris desde el minuto 1. Pero no es sólo el sari, es cómo lo llevan, las joyas que se ponen ... pueden estar en una granja medio derruida ¡pero ellas van elegantísimas!.




Como no podía ser de otra forma acabamos pecando de turistas y nos llevamos un sari. Es una compra super útil porque es la típica prenda super versátil, para el curro, para una cena informal, para unas cañas, para ir a hacer la compra, para salir a correr ... xDDD. No importa, ya llegará el momento ya ... Es tan bonito ...

Probándonos modelitos en algo como el Zara de la India

La raza aria de los mosquitos.

Los mosquitos indios son de una raza superior. Es así. Son listos. Pérfidos. Retorcidos. Incisivos. Y sobreviven a condiciones climatológicas adversas como la temperatura de -18 grados de algunos hoteles. En uno estábamos tiritando de frío y de pronto veo a un intrépido mosquito que, a pesar del frío, volaba con una firme decisión en su mirada hacia mi brazo.

Tomé medidas desesperadas contra ellos ... De hecho, permitidme utilizar un fragmento extraído literalmente de mi grabadora de viaje:

"Ya estoy metida dentro de mi mosquitera. Lo que denomino la operación contra los mosquitos ninja que pueblan estas tierras y a los que parece que he seducido, ¿sabes?. Porque me persiguen. De hecho eso de que los mosquitos con aire acondicionado no entran es una vil falacia. En fin sólo le pido a Dios, a mi padre y a todos los santos de la India que el mosquito que me picó ayer estuviera sano. Voy a comprobar que la grabadora está grabando bien pero ... a ver cómo lo hago porque no veo un pimiento aquí metida ... Bueno, es que estoy metida en una mierda de mosquitera que es para una tienda de campaña, no para una cama normal,y me la he tenido que adaptar más o menos sujetándola con almohadas a los lados y como resultado me cubre sólo la cabeza y casi no me puedo ni mover jajaja. Bueno en fin esto es un show. Mi kit antimosquitos es esta mierda de mosquitera, una pulsera antimosquitos que no evitó el otro día que me picara uno en la mano, aunque hace un calor que te mueres duermo con pantalón largo de pijama y tapada con un nórdico (¿por qué ponen nórdicos en un país donde hace tanto calor? Ah bueno sí, para sobrevivir a los -84 grados del aire acondicionado que evita que entren mosquitos, oh wait ... no,  ¡¡¡que no lo evita!!!), luego me he echado repelente antimosquitos, además he fumigado la habitación y al lado tengo una espiral antimosquitos quemándose tipo incienso. ¡Y que aún así hayan sido capaces de picarme! jajaja".

Sólo aguanté con la mosquitera de la muerte dos noches más. Luego decidí marcarme un indiana jones y que me diera igual todo. Sin mosquitera. Sin pulsera. Y a ratos sin repelente. ¡Fuck the police! O mejor dicho ¡Fuck the mosquitos!. Y no me volvieron a picar ... Curioso. Esto demuestra mi teoría: que a los mosquitos indios no les va la sangre, sólo los desafíos.


Y bien, hasta aquí este pequeño mix de experiencias en la India. Tengo la sensación de que no soy capaz de plasmar ni la milésima parte de lo que se vive allí y que sólo cuento chorradas ... y luego es que hay muchas cosas para las que directamente dudo que encuentre palabras, pero este conjunto de anécdotas me llamaron mucho la atención y me gusta dejarlas aquí para el recuerdo.

Despido estos retazos de la India con "Traces of you" de Anoushka Shankar. Creo que le pega :)


 To be continued ...

18 de septiembre de 2014

India 1/7 - El inicio del viaje y el recorrido.

Como con muchas situaciones que marcan mi vida de alguna forma, me cuesta encontrar las palabras para describir mi viaje a La India. Hay tantísimas cosas que contar … He estado pensando y creo que lo voy a dividir en siete entradas para recoger lo más importante. Espero no aburrir mucho :)

  • El inicio del viaje y el recorrido.
  • Experiencias en La India.
  • Varanasi. 
  • Carta Astral.
  • El amor en La India.
  • Música en La India.
  • La comida en La India.

EL INICIO DEL VIAJE Y EL RECORRIDO.

Llegué al aeropuerto muy nerviosa. Empezaba la aventura de irme sin conocer a nadie a otro país … ¡y no a cualquier país! xDDD. El día había llegado después de miles de preparativos, leer cientos de blogs, ponerme vacunas, ver películas, devorar libros y después de escuchar las reacciones de muchos de mis amigos:

"¡Tú estás loca!"

"¿Pero qué se te ha perdido en La India?"


"¡Te vas a poner enferma!"

"¡Es peligrosísimo, no paran de violar a turistas!"


"¡Cuidado con los mosquitos que te pillas de todo!"


"¿A La India? ¿Con la miseria que hay ahí? Uffff"

"¡No te librarás del Delhi Belly, prepara el estómago!"

Así que allí estaba yo en Barajas delante del mostrador donde iba a conocer a mis compañeras de viaje. Sólo sabía tres cosas: que todas éramos chicas, que éramos cinco y que no nos conocíamos. Observaba a diestro y siniestro mientras esperaba. “¿Será esa? Espero que no, tiene pinta de antipática”. “¿Y esa? Uf no creo, lleva una maleta muy pequeña, ¿cómo ha metido el botiquín?”.

Y, de repente, llegó un chico con el cartel de la agencia, me acerqué a él y me encontré con dos chicas al lado. Nos miramos con curiosidad y una sonrisa tímida y así fue mi primer contacto con Concha y Lorea. Por circunstancias de la vida al final éramos sólo tres y la verdad es que no me preocupó demasiado, creo que enseguida intuí que la cosa iba a fluir bien entre nosotras.

Concha es de Badajoz, de mediana edad, elegante, alegre, divertida y escéptica (o más escéptica que Lorea y que yo xDDD). Le encantan los animales, pintar y también hacer miles de fotos, cosa que agradecí desde el minuto uno porque me permitió desconectar más de mi cámara que en otros viajes y observar más (sabía que todo quedaba capturado en la cámara de Concha).

Lorea es una persona genial. Conectamos enseguida porque somos muy parecidas. Es una vasca que vive en Canarias (curiosa mezcla ¿eh?) y es una persona carismática, atractiva, impulsiva, detallista, atenta, divertida, romántica y soñadora. Es una de esas personas que son incapaces de ver lo bueno que hay en ellas. Ha sufrido mucho y lucha por ser feliz y por mejorar como persona. Como yo, le invaden de vez en cuando arranques de ira momentáneos contra los que intenta pelear. Hasta en eso nos parecíamos. En eso, y en nuestra fe en el amor verdadero :) ¡Dos románticas en La India!.

Y las tres, Concha, Lorea y yo teníamos algo importante en común: adoramos viajar y La India era uno de nuestros "grandes pendientes". El viaje empezaba de la mejor forma posible.

Primero volamos 4 horas hasta Estambul, donde hicimos escala hasta que se iluminó nuestra puerta de embarque y de nuevo me repetí a mí misma “¿eres consciente de que estás yendo rumbo a La India con dos desconocidas?” xDDD.



Desde Estambul nos quedaban 6 horas a Nueva Delhi. Me puse a ver películas pero terminé hablando sin parar con Lorea por lo que se me hizo bastante corto.

En ningún viaje anterior había experimentado los nervios que sentí cuando anunciaron que aterrizábamos en Nueva Delhi. ¿Qué me esperaba ahí abajo?.

Cuando me quise dar cuenta ya estaba en el aeropuerto de Nueva Delhi. Nada más bajar del avión ya huele distinto. Es así. Me gusta pensar que es parte de la magia de La India pero no nos engañemos, creo que lo que huele es esa moqueta mugrienta que han puesto en todo el aeropuerto xDDD.

Llegamos al control de visados y el buen hombre indio que allí se encontraba nos saludó con un sonoro eructo al que Lorea contestó sin pensarlo: “¡Salud!”. Casi muero de la risa ahí mismo jajaja. Por fin nos sellaron el visado, caminamos dos pasos (no exagero, dos pasos, uno y dos) y había otro hombre que nos volvía a controlar el visado. ¿Qué extraño suceso ha podido ocurrir desde la mesa de tu compañero al que veo desde aquí que pueda afectar a la integridad de mi visado? Jamás lo entenderé aunque creo que los indios saben cosas que nosotros no podemos ni sospechar xDDD.

En Nueva Delhi descansamos un poquito en un hotel cercano al aeropuerto y horas después cogimos un vuelo destino a Udaipur montadas en esta avioneta xDDD:


Lo de "Spice" era premonitorio pero aun no lo sabíamos.

Ojalá volviera a ese momento. Cuando subimos a esa "guagua" aérea teníamos por delante dos semanas para seguir un recorrido lleno de lugares espectaculares.

Udaipur.

La ciudad de los lagos o "la ciudad más romántica de La India" para los amigos. No hay una primera parada mejor para empezar a darse cuenta de que el viaje va a ser increíble.



Ranakpur.

Un templo jainista en medio de la selva. Tuvimos que entrar descalzos. Ni siquiera permiten calcetines y, tras superar el momento "Oh my dear Lord no quiero hongos" inicial, la verdad es que la sensación de recorrer el suelo sintiendo el frío de la roca en mis pies me encantó. Todo el templo está impregnado de un aire espiritual especial.

Como curiosidad, los jainistas están en contra de matar a cualquier ser vivo. Eso implica ir barriendo el suelo por el que pisan para apartar a las hormiguitas. No les habría gustado ver mi ritual de fumigación de las habitaciones de los hoteles al son de "¡Morid mosquitos moriiiiiiiiiiiiiiiid!" mientras bailaba ballet con el bloom en la mano (true story, hasta lo del ballet xDDD).




Jodhpur.

La segunda ciudad más grande de Rajastán. La llaman ciudad azul pero es un poco timo porque sólo es azul una pequeña parte, donde están las casas que pertenecen a los brahmanes. Es preciosa anyway.




Jaipur.

La ciudad más grande de Rajastán, también llamada ciudad rosa aunque si nos ponemos tontos es la ciudad salmón xDDD. Es preciosa y cuenta con el Fuerte Amber que, además de impresionante, incluye una subida en elefante que, siendo turistada, ¡es muy divertido!.




Kesroli o la India rural (oh my god qué experiencia).

A alguien se le ocurrió que era buena idea que experimentáramos una casa rural de La India. Fue ... interesante aunque ahora recuerdo con risas la cantidad de fauna que nos esperaba en nuestras habitaciones (todo tipo de insectos poblaba la pared) y esa hermosa serpiente que cruzó delante de nosotras dejándonos estupefactas. Sí, una serpiente y bien gorda xDDD.

Aun así fue genial el momento en la azotea con una cerveza kingfisher y cacahuetes (picantes of course) mientras veíamos a los habitantes de un poblado cercano en sus quehaceres diarios.




Agra.

No decepciona. Cuando lo ves por primera vez ... te quedas sin palabras. El monumento al amor, a la felicidad compartida, que el emperador Shah Jahan mandó construir para albergar la tumba de su gran amor: Mumtaz Mahal. Lorea y yo inventamos la nueva tradición de pedir un deseo al amor, ¿se me cumplirá algún día? :)



Varanasi o Benarés.

No hay palabras. El sitio que más me gustó de los que vi. Tengo que dedicarle una entrada en exclusiva a esta ciudad sagrada e inolvidable.




Delhi.

La capital, sobre todo la parte vieja, te deja sin palabras. Especialmente memorable fue callejear por el casco antiguo observando esa maraña de tiendas, tuktuks, rickshaws, vacas, cables (como para desactivar una bomba ahí) y monos xDDD.






Y hasta aquí la primera entrada, ¡¡como introducción creo que no va mal!! :)

To be continued ...


La canción que sonaba en el avión 
cuando nos aproximábamos a Nueva Delhi,
¡comenzaba la aventura!