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14 de febrero de 2015

Feliz San Valentín

El amor es precioso ... 

Hace poco leí en un libro (Singled out, de Bella DePaulo) unas palabras que me llegaron.

Creo que los matrimonios y el resto de parejas deberían ser tratadas de forma justa. No deberían ser objeto de estereotipos, ni ser estigmatizadas, discriminadas o ignoradas. Merecen exactamente el mismo respeto que los solteros.

Soy capaz de imaginar un mundo en el que las parejas no sean tratadas de forma injusta. He aquí algunas faltas de respeto que las parejas tienen que aguantar a diario:

  • Cuando dices que estás casado la gente inclina sus cabezas como diciendo "Oooooh pobre..." o "No te preocupes cariño, el divorcio también te llegará a ti".
  • Cuando vas a las librerías, las estanterías están llenas con títulos como "Si soy tan maravilloso/a, ¿por qué todavía estoy casada?".
  • Cada vez que te casas te ves obligada a comprar regalos caros a los solteros.
  • Cuando viajas con tu pareja, cada uno de vosotros tiene que pagar más que yendo solos.
  • En el trabajo la gente soltera simplemente asume que puedes cubrir las vacaciones y todas las tareas que impliquen trabajo fuera de horario. Asumen que, como una persona casada, no tienes nada mejor que hacer.
  • Y además ... nadie piensa que haya nada malo en esto.

Oh wait ... xDDD

Es cierto que los solteros tienen que aguantar todo lo anterior y más. Y me gustaría imaginar un mundo en el que se eliminaran todos los prejuicios, convenciones sociales y creencias heredadas para que quedara solamente lo que importa: el amor. Estoy segura de que, si no fuera por toda esta presión social, muchísimas personas reunirían el valor para atreverse a estar solos y felices hasta encontrar a su persona. 

Estas palabras de Teresa de Calcuta son mi pequeño homenaje a las personas que ya han reunido ese valor: 

Hay personas que tienen pareja pero se sienten tan solas y vacías como si no la tuvieran.

Hay otras que por no esperar deciden caminar al lado de alguien equivocado y en su egoísmo, no permiten que ese alguien se aleje aun sabiendo que no le hace feliz.

Hay personas que sostienen matrimonios o noviazgos ya destruidos, por el simple hecho de pensar que estar solos es difícil e inaceptable.

Hay personas que deciden ocupar un segundo lugar tratando de llegar al primero, pero ese viaje es duro, incómodo y nos llena de dolor y abandono.

Pero hay otras personas que están solas y viven y brillan y se entregan a la vida de la mejor manera. Personas que no se apagan, al contrario, cada día se encienden más y más. Personas que aprenden a disfrutar de la soledad porque les ayuda a acercarse a si mismas, a crecer y a fortalecer su interior.

Esas personas son las que un día sin saber el momento exacto ni el por qué se encuentran al lado del que las ama con verdadero amor y se enamoran de una forma maravillosa.

Feliz San Valentín, a ti, donde estés ;)


5 de febrero de 2015

Cómo controlar nuestros pensamientos

Hoy he estado en una charla muy interesante sobre cómo controlar el poder de nuestros pensamientos. Voy a intentar recopilar los apuntes que he cogido para no olvidarlo porque es cierto que somos el resultado de nuestros pensamientos y que en ocasiones, por culpa de ellos, nos ponemos límites que sólo están en nuestra mente.

¿Sabíais que tenemos tres cerebros encerrados en uno?

  • El cerebro racional.
  • El cerebro emocional.
  • El cerebro instintivo.

El primero que desarrollamos es el cerebro instintivo, el de la supervivencia. El que nos lleva a luchar, a huir de los problemas y, en ocasiones, a paralizarnos ante ellos. Este cerebro vive en el presente, no es capaz de recordar el pasado y mucho menos pensar en el futuro. Nos provoca fundamentalmente dos reacciones: ira y rabia.

Conforme vamos creciendo, más o menos a partir de los 6 y 7 años ya se nos va desarrollando el cerebro emocional, que te permite aprender a sobrevivir pero no sólo por instinto sino buscando otro tipo de emociones como el afecto. Este cerebro conecta pasado con presente y es el que, en ocasiones nos lleva al descontrol emocional que todos hemos sufrido alguna vez.

Finalmente tenemos el cerebro racional, que es el que nos permite pensar en el futuro. Este cerebro es clave porque es el que nos permite transformar el mundo. Nos permite trazar planes, nos permite cambiar nuestra vida gracias a la generación de cambios positivos en ella. Pero también trae otros problemas: obsesiones, miedos, dudas ... El futuro, ese desconocido ... 

La idea principal sobre la que ha girado la charla es la de que "El mapa no es el territorio". ¿Qué quiere decir esto? Que nosotros tomamos la realidad (el territorio) y la mezclamos como si estos tres cerebros fueran una coctelera, generando nuestro propio mapa. Y nos creemos ese mapa cuando, insisto, no es el territorio. 

¿Cómo creamos ese mapa? Con nuestros pensamientos. Y, aunque esto evidentemente puede llegar a ser mucho más complejo, básicamente pensamos de tres formas:
  • Mediante imágenes.
  • Mediante palabras.
  • Mediante sensaciones.

Y si no haced una prueba. Imaginad un paseo que hayáis dado con alguien. Un paseo especial. Pensad en él, cómo empezó, cómo transcurrió, pensad en un momento agradable de ese paseo, ahora pensad en un momento duro de ese paseo.... Y ahora, reflexionad sobre cómo habéis pensado:
  • ¿Os habéis imaginado como si os estuvieran grabando desde fuera? ¿Como en una peli? O bien, ¿habéis visualizado la escena con vuestros propios ojos? Sea lo que sea, ¿a que pensáis recordando imágenes?
  • A lo mejor recordáis palabras, conversaciones, sonidos como el de un río cercano o del viento acariciando los árboles.
  • ¿Y qué hay de los momentos agradables y desagradables? ¿Cómo lo visualizáis? ¿Imagen? ¿Sonido? ¿Sensación?

Ahora paraos sólo en los momentos agradables y desagradables. ¿Hay diferencias en la forma en que pensáis en ellos? Siempre las hay. El momento desagradable puede ser más oscuro en vuestra mente, a lo mejor el clima era un poco más frío en ese momento, quizá había niebla, o silencio ... el agradable puede ser más colorido, puede que recordéis más imágenes del agradable y que, del desagradable, sólo recordéis la emoción que os hizo sentir ... Lo que viene a demostrar esto es que nuestra mente codifica los pensamientos y, a veces, les aportamos gravedad nosotros mismos simplemente por la manera en que los visualizamos. Si fuéramos conscientes de esto, podríamos cambiarlo ... 

Después hicimos tres ejercicios (los detallo más abajo por si queréis practicar) que vinieron a demostrar tres cosas:
  • Que, ante una situación que nos limita, si construimos en nuestra mente un molde mental en el que nos visualizamos consiguiendo superar esa situación, podremos con ella.
  • Que la forma en que nos hablamos a nosotros mismos es fundamental. Ante un mismo obstáculo, podemos venirnos abajo al decirnos que no somos capaces o podemos vencerlo de sobra si nos repetimos que vamos a lograrlo. 
  • Que la postura cuenta y que, en ocasiones, simplemente mirando hacia arriba o relajando la postura de nuestro cuerpo, puede minimizarse la intensidad de una emoción.

Nuestro cerebro es un mundo por explorar. ¿Sabíais que se ha descubierto que tenemos neuronas en el corazón? Me parece increíble cómo funcionamos. Me apetece profundizar más en estos temas así que es posible que se avecinen chapas similares. Quien avisa ...

Esta vez me despido con la banda sonora de "La vida de Pi", que suele relajarme la mente. Importante para los ejercicios ;) ¡Buena semana!.





Voy con los ejercicios. Si decidís hacer alguno no miréis el punto "Moraleja" para no condicionaros.

EJERCICIOS.

Ejercicio 1

Ponte de pie con los pies mirando al frente y extiende el brazo derecho (el izquierdo si eres zurdo) lateralmente. Gira tu cabeza de forma que quede mirando a ese brazo extendido. A continuación ve girando hacia tu derecha (o izquierda si eres zurdo) con el brazo extendido hasta donde ya no puedas girar más. No muevas los pies pero ten en cuenta que si flexionas un poco las rodillas podrás girar más.


Ahora vuelve a la posición normal, descansa el cuerpo, sin mover los pies, y cierra los ojos. Visualízate a ti mismo haciendo el giro anterior. Imagina cómo extiendes el brazo, cómo lo miras y cómo vas girando hasta que no puedes más. Pero esta vez giras como queriendo llegar más lejos. Y ves que puedes y que puedes y que puedes, estás llegando más lejos. Imagina de nuevo el movimiento y esta vez consigue llegar 3 veces más lejos.  Vuelve a hacerlo una vez más y esta vez imagina como si tu brazo pudiera dar una vuelta completa de 360 grados. Siéntelo como un juego.

Ahora abre los ojos, pon tus pies rectos, extiende el brazo y vuelve a hacer el mismo movimiento que hiciste al principio.

Ejercicio 2.

Este ejercicio tiene que hacerse con otra persona.

Fase 1:
Sitúate frente a tu compañero y extiende el brazo izquierdo lateralmente. Reúne toda tu fuerza porque tu compañero debe intentar bajártelo apoyando su mano en tu muñeca. Cuando estés preparado con toda tu fuerza di "Ya" y aguantad el pulso 2 minutos.

Fase 2: 
Baja los brazos, cierra los ojos y, durante unos momentos, repítete a ti mismo que no eres capaz, que no puedes hacerlo, que eres un inútil, que nunca reunirás la fuerza necesaria, que no puedes, no puedes, no puedes. A continuación extiende el brazo izquierdo y di "Ya" a tu compañero cuando estés listo.

Fase 3:
Baja los brazos, cierra los ojos y, durante unos momentos, repítete a ti mismo que lo vas a conseguir, que puedes con ello, que todo va a salir bien, que eres capaz, puedes, puedes, puedes. A continuación extiende el brazo izquierdo y di "Ya" a tu compañero cuando estés listo.

Ejercicio 3.

Fase 1:
Siéntate en una silla con la espalda recta, piernas sin cruzar y piensa en un recuerdo que te resulte duro, desagradable, que te provoque una emoción negativa. Recuérdalo y, mientras, observa qué te provoca, dónde notas esa emoción, en qué parte de tu cuerpo y con qué intensidad.

Fase 2:
Ahora inclínate ligeramente de forma que tus antebrazos queden apoyados en tus muslos y, por tanto, tu espalda ligeramente inclinada hacia adelante. Recuerda el mismo pensamiento de la fase 1 y, de nuevo, analiza la emoción, dónde la sientes y su intensidad.

Fase 3:
Ahora échate hacia atrás, sacando pecho y moviendo ligeramente la cara hacia atrás, la mirada hacia arriba. Analiza el mismo pensamiento. 

MORALEJAS.

Ejercicio 1.

¿A que has llegado más lejos que la primera vez que lo hiciste? ¿Qué ha pasado? Simplemente que tenías el potencial de hacerlo pero tú no lo creías. Revelador, ¿no?. Enviando a nuestro cerebro las imágenes adecuadas podemos superar situaciones que creíamos imposibles.

Ejercicio 2.

A la mayor parte de la gente le ocurre que la segunda vez pierde fuerza en el brazo y su compañero logra bajárselo un poco. En cambio, en la fase 3 el brazo está fuerte como una roca. De nuevo, las palabras condicionan nuestra vida, de ahí la importancia de lo que nos decimos. 

Ejercicio 3

Cada persona es un mundo pero siempre hay una postura en la que la emoción se intensifica (normalmente es en la fase 1 pero depende de la persona, puede que no sea esa) y otra postura en la que la emoción se minimiza, duele menos. Es increíble pero es así.


Así que combinando:
  • La representación de imágenes en las que conseguimos lo que nos hemos propuesto, por muy difícil que lo veamos.
  • El hablarnos bien, darnos ánimo y convencernos a nosotros mismos de que podemos hacerlo. 
  • La postura que hayamos identificado como aquella que minimiza nuestra emoción.
Podremos empezar a controlar nuestros pensamientos ... 

Espero que os haya servido como me ha servido a mí :)