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4 de enero de 2016

María Antonieta de Stefan Zweig

Hoy voy a recomendaros un libro que me ha encantado y es la biografía de María Antonieta escrita por Stefan Zweig.


Había oído hablar de Stefan Zweig pero es la primera vez que leo un libro suyo y, desde las primeras páginas, me quedé atrapada en la historia. Han sido 3 días (lo he devorado, un catarro del averno me ha empujado a la vida vegetativa) en los que me he trasladado al Versalles y París del siglo XVIII. Es realmente impresionante cómo escribe, con qué fuerza y espíritu logra conmoverte y cómo juega con las palabras para presentarte a los personajes como si les tuvieras delante. Por poner un ejemplo, con qué maestría describe las diferencias del matrimonio real: 

"María Antonieta y Luis XVI, en todas sus facultades y caracteres, representan un modelo de antítesis. Él, pesado; ella, ligera. él, torpe; ella, ágil; él, tibio; ella, desbordante;él apático; ella, con nervios como llamas. En el terreno espiritual: él, indeciso;ella resuelta, con excesiva rapidez; discurre él lentamente; tiene siempre ella en la boca un "sí" y un "no" espontáneos; él, severamente devoto; ella, sólo feliz entre mundanidades; él, modesto y humilde; ella, conscientemente coqueta; él, metódico; ella, inconstante; él, ahorrativo, ella dilapidadora; él, demasiado serio; ella, desmedidamente juguetona; él oscuras profundidades con corrientes densas; ella, todo espuma y cabrillear de olas. Él se siente a gusto en la soledad; ella, en el puro estrépito de una reunión; a él, con una especie de oscura satisfacción animal, le gusta comer mucho y beber vinos fuertes; ella no cata el vino y come poco y con ligereza. El elemento del rey es el sueño; el de la reina, la danza; el mundo del esposo es el día; el de la mujer, la noche; así, las agujas del reloj de su vida están siempre en oposición, como el sol y la luna"

Pero no sólo eso sino que he conocido a María Antonieta y su historia no tiene nada que ver con la que yo tenía en mi cabeza. Para mí María Antonieta era lujo, capricho, locura, altanería y dejadez. Para mí María Antonieta era "si no tienen pan, que coman pasteles". Era sólo "Madame Deficit" para mí. 

Y, sin embargo, en este libro Stefan cuenta de manera magistral cómo, después de esa etapa en la que a una niña mimada se le concede todo lo que desea y, ya sufriendo las penalidades de sus últimos años, apareció la mujer. Inteligente, valiente y digna. Es una historia que muestra cómo toda persona, no importa lo frívola que nos pueda parecer, no importa los errores que pueda cometer a lo largo de la vida, lleva dentro de sí un alma valiente por descubrir. Y que, a veces, no es si no en las peores desgracias cuando aflora ese alma. 

"La quietud es un elemento creador. Recoge en sí, purifica y ordena las fuerzas internas; vuelve a juntar lo que ha desparramado la agitación violenta. Lo mismo que en una botella que ha sido sacudida, si se la deposita en tierra, lo pesado se aparta de lo leve, también en una naturaleza turbada, el silencio y la refexión hacen cristalizar más claramente el carácter. Brutalmente obligada a vivir consigo misma, comienza María Antonieta a descubir su propia alma. Sólo ahora llega a ser reconocible que nada ha sido tan fatal para esta naturaleza aturdida, ligera y frívola, como la facilidad con la que el destino la colmó de todo"

El libro descubre también una preciosa historia de amor que yo no conocía. Amor, con todas las letras. Un amor que no murió con el paso de los años y para el cual la distancia nunca fue olvido. He llorado sinceramente con esta historia y aún más sabiendo que fue real. 

Sé lo que podéis estar pensando algunos (mi madre entre vosotros): "uffff una biografía de María Antonieta, qué pereza, si esa historia ya me la sé...". Pero os aseguro que os va a sorprender como me ha pasado a mí. Si lo leéis, ya me contaréis :) 

Me despido con la canción que, casualmente, tenía de fondo cuando leí este fragmento, precisamente sobre esa historia de amor tan bonita.

""Todo me lleva a ti". Es el último grito de pasión amorosa de una mujer que va a morir, y cuyo cuerpo se convertirá pronto en polvo [...] y él que lo recibe en la lejanía, sabe que ese corazón palpitará de amor hacia él hasta su hora postrera. En este saludo de despedida está evocado el pensamiento de la eternidad, la perennidad de sentimiento en medio de lo transitorio. Queda dicha la última palabra de esta grande e incomparable tragedia de amor a la sombra de la guillotina: el telón puede caer ahora".


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