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12 de abril de 2013

Ya somos felices.

Hasta ahora no había hablado en este blog de cuál fue mi anterior etapa en la vida, mi etapa de opositora, quizás porque ya hablé demasiado de ello en mi anterior blog (http://opositandoespero.blogspot.com.es/). Pero ese es el caso, hace tres años mi vida era muy distinta. Vivía en la incertidumbre, llena de miedos e inseguridades, atrapada en una relación sin futuro, en definitiva, sin rumbo, sin saber si lograría mi gran reto y soñando con el momento de conseguirlo. Al final, después de años de privaciones, sacrificios y trabajo muy duro, conseguí mi objetivo, aprobé mi oposición y, con ella, la plaza a la que accederé (función pública mediante) antes de que termine el mes.

Parece lógico suponer que la reacción ante la consecución de un reto como ese debe ser la felicidad. Y sin embargo, conozco a más de dos personas que, estando en mi misma situación, han caído en la desesperanza porque, habiendo cumplido su reto, necesitan inmediatamente otro para encontrar sentido a sus vidas, para ser felices.

¿Por qué siempre tendemos a ser tan inconformistas?. Siempre en busca de la felicidad, y no nos damos cuenta de que ya la tenemos. Ya la tenía en mi época de opositora, a pesar de lo duro que fue todo.

El otro día tomando un chai latte con mi amiga Lhotse llegamos a esa conclusión. Nos creemos que la felicidad es una época y continuamente estamos persiguiendo llegar a un momento en el que todo nos vaya bien: salud, familia, trabajo, amor. Si no llegamos a esa época de felicidad plena, no somos felices. O todo o nada.

Pero la felicidad no es eso, la felicidad no es una época ni una continua persecución de objetivos, son momentos. Está bien plantearnos metas y recorrer nuestra vida persiguiéndolas siempre que el hecho de no lograrlo o el hecho de no tenerlas identificadas aún, no condicione nuestra felicidad.

Hace dos semanas abrazada con mi madre y mi hemana en La Pedriza me sentí feliz. El fin de semana pasado bailando con mis amigos en la cocina de una casa rural, éramos felices. Ver a mi compañero traerme unos dulces argentinos porque sabe que me encantan, es motivo de felicidad. Conocer nuevas y desconocidas facetas de una persona especial, me ha hecho muy feliz hoy.

Yo soy feliz. Y tengo miedos, y me duele la espalda, y no estoy en forma, y me da miedo la muerte, y mi madre se siente sola y me gustaría ayudarla pero no sé cómo, y estoy enamorada de quien no debo, y no tengo suficiente dinero para independizarme, y tengo sentimientos que no entiendo hacia otra persona, y peleo con amigos, y me reconcilio con ellos, y a veces no confío en mí misma como debería ... Pero a pesar de todo eso, ¡¡sé que soy muy feliz!! Y echaré de menos esta época alguna vez.

Sé que lo que ocurrió con mi padre me ha facilitado ver estas cosas. Porque recuerdo considerarme infeliz cuando lo tenía todo, cuando le tenía a él. Ayer lo hablé con otra amiga, es irónico tener que agradecer los golpes de la vida y me niego a ello, pero lo que es indudable es que te ayudan a aprovecharla mejor.

Lo que me gustaría (y que me frustra no conseguir) es ser capaz de transmitir todo esto esto a las personas que se encuentran perdidas y sumidas en oscuridad ahora mismo. Personas que, teniéndolo todo para ser felices, se empeñan en no serlo.


"Ese momento en el que sabes que no eres una triste historia. 
Estás vivo. 
Y ves las luces en los edificios 
y todo lo que hace que te asombres.
Y estás escuchando esa canción con la gente que más quieres... 
Y en ese momento juro... 
Que somos infinitos".

5 comentarios:

  1. Me encantan tus dos últimas entradas.

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  2. Me he leído tu nuevo blog del tirón en un momento. Me encanta!! Me gusta muchísimo cómo escribes y sobre lo que escribes.
    Y, con respecto a esta entrada, justo anoche lo hablaba con una amiga. A veces es bueno parar, reflexionar, valorar las cosas que nos están pasando y, seguramente llegaremos a la conclusión de que: "Aunque mi vida no es perfecta, soy feliz en general".
    Yo creo que es bueno ser inconformista y buscar siempre la felicidad, pero valorando y disfrutando siempre de esos pequeños momentos de felicidad que nos regala la vida (y que suelen ser los mejores!!). Un beso muy fuerte!!!

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    1. Caro de verdad, qué alegría volver a tener comentarios tuyos en mis entradas, lo echaba de menos!!
      Estoy de acuerdo, como estemos esperando a que todo sea perfecto para ser felices, ¡vamos listos! :)
      Un besazo Caro!

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    2. Yo tb te echaba de menos!!! Siempre te lo he dicho pero tú blog era uno de los que más me gustaban porque me sentía muy identificada contigo. Me alegro mucho de que hayas vuelto al mundo blogger y que me hayas invitado a leerte. Bss!!

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