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25 de mayo de 2013

Annie y Susan.

El otro día anunciaron que le han concedido a Annie Leibovitz el premio Príncipe de Asturias y me alegré muchísimo porque se trata de una de mis fotógrafas favoritas.

Annie es más conocida por ser la fotógrafa preferida de las celebrities, que la escogen a menudo para posar en sus creativas y retocadísimas obras. Y, sin embargo, sus mejores fotografías, como no podía ser de otra manera, son las que se refieren a su vida personal, ya que en ellas apretó el disparador experimentando emociones profundas, amor, desgarro, impotencia ... y recorriendo distintas etapas de su vida.

Leibovitz no siempre desnudó su intimidad a través de fotos sino que fue la mujer de la que estuvo enamorada la que la empujó a que se atreviera a profundizar, a exponerse y a llevar la fotografía a un ámbito más personal. Esta mujer fue la conocida novelista estadounidense Susan Sontag.

Se conocieron en 1988 y no se volvieron a separar hasta la muerte de Susan, dieciséis años después. Annie guardó una desgarradora y emotiva evidencia de esta historia de amor, real como la vida misma, a través de miles de fotografías con las que se atrevió a dar el salto y a exponer sus vivencias más intensas.


Susan Sontag, con la mirada y gesto tranquilos ante el objetivo de Annie.


Esta foto me encanta porque el hecho de captar a Susan en esta postura sin que ella se diese ni cuenta transmite cotidianidad ... Y también la espontaneidad y la confianza de la relación entre ambas. 


Un gran paso en cuanto al cambio que se iba materializando en las fotografías de Annie. Susan había superado hacía años un cáncer de mama y estas fotografías reflejan la vulnerabilidad, el daño que la enfermedad nos causa, a mí me provocan una sensación de indefensión.


Años después Susan volvió a enfermar, víctima de una leucemia. El gesto sigue siendo tranquilo y confiado, los ojos reflejan una historia, una lucha e, incluso, la certidumbre de lo que no se podía evitar.


Susan fallecida. Una foto muy controvertida que ha sido criticada ampliamente por considerarse demasiado. Demasiada intimidad, demasiada exposición. Y, sin embargo, para alguien cuya forma de expresar los sentimientos es la fotografía, ¿no es este quizá uno de los momentos en los que más debió necesitar su forma de vida para desahogarse, para asumirlo, para ser consciente de la ausencia de Susan, para seguir adelante?.  Y también para plasmar lo que más nos asusta de la vida: su final.

Y, para terminar, me dejo a propósito La Foto. Una foto que me marcó mucho cuando la vi. Me quedé muchísimo rato observándola, pensando sobre su significado, y me he acordado muchas veces de ella a lo largo de mi vida, normalmente pensando en mi padre, como es natural.

Susan y Annie estaban de viaje en Jordania, visitando Petra. Como cualquier turista despreocupado y adicto a la fotografía, Annie pidió a Susan que se colocara al fondo para poder hacer escala y que en la foto final se percibiera la grandeza de Petra. Susan posó y el momento pasó sin mayor importancia. 
Años después, cuando Susan ya había muerto y Annie volvió a mirar esta foto, se dio cuenta de que lo que había significado un día la grandeza de Petra, significaba ahora la grandeza de Susan. 



Al mirar la foto de nuevo no vio Petra, vio a Susan, en la distancia, como una figura inalcanzable y remota, con esa lejanía que sólo la muerte otorga a las personas que nos abandonan.

Me alegro mucho de su premio porque, en esto consiste el arte, ¿no?. En transmitir emociones. Y yo con este diario de su vida, de su historia con Susan, y de muchas otras experiencias (hay fotografías de su familia que me transmiten muchísimo, especialmente una de su madre), siempre me emociono y me quedo pensando. Así que, mi más sincera enhorabuena, creo que es un premio merecidísimo.

"A thing that you see in my pictures 
is that I was not afraid to fall in love with these people.

I am impressed with what happens when someone stays in the same place 
and you took the same picture over and over and it would be different, 
every single frame". 

Annie Leibovitz.

5 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo. Muchos expresan sus sentimientos a través de la música o escriben diarios. La fotografía es otro medio de expresión igualmente válido. Qué bien escribes!!! Bss!!

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    1. Yo también lo creo! Los escritores describen la muerte de manera más o menos gráfica y no se genera tanta controversia. Ella es fotógrafa, es su forma de expresar! Me alegra que te haya gustado, guapa! :)

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  2. Me ha conmovido la historia, y como dices, son fotografías que transmiten mucho, y que ganan con el conocimiento de la historia que hay detrás. Conocía superficialmente la obra de Annie Leibowitz, pero nada de su vida. Me ha parecido una entrada muy bonita. Y el premio totalmente merecido.

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    1. Me alegra mucho que te haya gustado! Mira también las fotos de su familia, son muy buenas!!

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  3. Me encanta esta fotógrafa. Le has dado un enfoque muy bonito a esta historia, haz más entradas así!

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