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11 de junio de 2013

Será cosa de gremlins.

¿No os pasa que hay semanas que parece que los hados se confabulan para que te ocurran muchas cosas a la vez que hagan que acabes teniendo un mal día?.

Hoy he alcanzado uno de mis límites. La semana ha empezado con mal pie y cada día he ido encontrándome con diversas decepciones a las que se han unido molestias extra como puede ser una preciosa herida en la rodilla (sí, de esas que te hacías con 12 años) que no se acaba de curar y que duele como un demonio.

La guinda ha sido hoy. He salido del trabajo ya bastante calentita por toda esta acumulación de calamidades de la que os hablo, pero medianamente animada porque había quedado a las 18.30 en casa de una amiga que es profesora de yoga y que me iba a ensañar unas asanas. Me meto en el coche, enchufo el GPS (que cada vez me funciona peor porque me avisa de los desvíos con mucho retardo y eso hace que haga mal el 80% de éstos) y escribo la dirección de mi amiga, que vive por la zona de Pío XII.

La verdad es que estaba segura de que no era más que coger la M-30 durante 15 minutos y habría llegado bien pero decidí, oh ingenua y estúpida de mí, hacer caso al GPS que en un momento dado me mandaba hacia la A6. "A lo mejor hay un atajo" pensé. Claro que sí, pardilla. Efectivamente cuando me he querido dar cuenta estaba en la A6 yendo con bastante convicción directa a comerme un pulpo en La Coruña.

Pero no contento con eso, mi GPS decidió indicarme con decisión hacia el carril bus vao y, una vez ahí, quedé atrapada (poniendo de mi parte al saltarme una salida del carril) hasta llegar nada más y nada menos, señoras y señores, que a Las Matas (más allá de Las Rozas) y, además, asistiendo impotente a una visión desoladora en el carril contrario: un atascazo de esos que ponen los pelos como escarpias y que me iba a tocar comerme si alguna vez lograba salir del bus vao para tomar la A6 en sentido contrario.

Basta que te pase semejante chorrada un día que ya te sale humo de las orejas para que te eches a llorar como una magdalena. Y es lo que he ido haciendo desde Las Matas hasta la calle eucalipto, donde vive mi amiga. He llegado a las 19 de la tarde. Salí de trabajar a las 18. Sin comentarios.

Luego, afortunadamente, el yoga ha cumplido con su misión y me he podido relajar y verlo todo con perspectiva. El otro día leí que la vida es un 10% lo que haces y un 90% cómo te lo tomas. Frente a las calamidades, lo que esté bajo mi control, lo que pueda mejorar con un cambio de actitud por mi parte, lo haré. Y lo que no está bajo mi control no importa en absoluto. Reiniciemos de nuevo la semana, empezó mal pero va a terminar bien.

Dije al principio que hay días en los que parece que los hados se confabulan para que tengas un mal día. ¿Y si no fueran hados? ¿Y si fueran gremlins?. Espero que esto os arranque una sonrisa, como me hizo a mí :) ¡Ánimo con lo que queda de semana!.


¡Falta el peor de todos ... el que le dicta las instrucciones al GPS!

2 comentarios:

  1. Si es que hay días en los que dices... ¿me puede pasar algo más? Y si, efectivamente puede pasar algo más.

    Me ha resultado muy curioso el porcentaje 10-90 lo desconocía pero no puedo estar mas de acuerdo. A mi cuando me pasa un cúmulo de circunstancias desastrosas siempre pienso, mañana será otro día.

    Así que mucho ánimo!! ;)

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  2. Yo tuve la semana pasada una "semana horribilis". El lunes seguía amenazando con pesimismo hasta que dije basta. A veces es bueno pensar en todo lo que tienes y en qué es lo que realmente te molesta (que no suele ser tan importante como pensamos). Mucho ánimo con el resto de la semana!!

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