Pages

2 de junio de 2013

"Amigos".

Hoy quiero hablar sobre los amigos que mantienes desde tiempos inmemoriales sin saber exactamente por qué.

Mi caso es sobre una amiga en concreto. Es un caso que me ha hecho pensar mucho porque me estoy planteando seriamente darle carpetazo.

Nos conocimos en la universidad, donde el criterio para seleccionar amigos se basaba en estar en la misma clase y compartir ciertos gustos sobre música, series, películas ... y poco más. Así conocí a esta chica, que ha seguido siendo mi "amiga" hasta ahora.

Ya en la carrera me hizo algunas jugadas porque la verdad es que tiene un humor muy cambiante y había días que venía borde de narices y todos alucinábamos. Pero eso fue lo de menos, cuando murió mi padre se portó realmente mal. Era mi compañera de prácticas en aquella época. Bueno, pues mi padre murió un jueves y el lunes yo ya estaba en la universidad haciendo prácticas (y encontrándome bastante mal evidentemente). Bueno pues tuvo el detalle de recriminarme que no hubiera avanzado nada el fin de semana. Como lo leéis.

Tiempo después me pidió perdón diciéndome que no se había portado bien conmigo en ese momento. Y la perdoné. A mí me pasa mucho que se me olvidan los feos que me hace la gente. Siendo honesta, no es porque tenga la virtud de no ser nada rencorosa tipo "Kumbayá Señor", sino porque tengo una pésima memoria y se me olvida lo que me hacen. Muchas veces mi hermana me dice "¿pero no te acuerdas de que ya te hizo una similar?".

Después vino el tema de los viajes. Una vez nos animó a otra amiga y a mí a ir a París. Una vez allí nos confesó que un chico que le gustaba, llamémosle Rodolfo, estaba allí de Erasmus. Hasta aquí puedes sentirte más o menos manipulada viendo su verdadero motivo para viajar allí, pero bueno, no le dimos importancia. Lo malo fue que Rodolfo no quiso nada con ella y las que pagamos sus borderías a diestro y siniestro como consecuencia del rechazo, fuimos la otra chica y yo. Juramos que no volveríamos a viajar con ella.

Pero yo, siguiendo en mi línea de olvidar las cosas, volví a picar y me fui con ella a Londres años después. Las dos solas. La verdad es que debió ser de cuadro la cara que se me quedó en el avión cuando me dijo "Por cierto, una cosa, Rodolfo se ha venido a vivir a Londres". ¡Imaginad mi cara!¡Había vuelto a picar!. Pero esta vez fue aún peor. Al día siguiente empecé a encontrarme fatal y el caso es que me había pillado un gripazo increíble, con dolor de garganta bestial y bastante fiebre. Ese día a las 19 de la tarde me encontraba fatal, con escalofríos, así que no pude seguir visitando nada y nos fuimos al hotel. Bueno, pues ella aprovechó para ir a ver a Rodolfo, dejándome sola en la habitación. Yo no habría hecho eso a una amiga que está con esa fiebre tan alta, pero en fin ... Lo peor es que, una vez más Rodolfo le salió rana, y el resto del viaje su comportamiento fue mítico, soltándome borderías porque mi gripe ralentizaba sus planes turísticos. Fue tan heavy la experiencia que esta vez no se me ha olvidado lo sola que me sentí y ya no he vuelto a participar en su psiquiátricamente digna de estudio operación "Persigamos a Rodolfo por todo el planeta, así se vaya a Corea del Norte". Vamos, que no he vuelto a hacer un viaje importante con ella.

Pero sí, aún así, he seguido "arrastrándola", quedando con ella de vez en cuando, para ir al cine o para cenar. Siempre son quedadas sin sustancia, nunca hay temas de conversación interesantes, pero claro, es una amiga de hace tantos años que ahí sigo.

Luego llegó la oposición. Durante los años que pasé estudiando, sin tener dinero, agobiada, sufriendo unos nervios bestiales, muchas veces tuvo comentarios que me dolían. A veces lo que yo pensaba es que no los debía decir con malas intenciones y quizá yo soy una persona muy exigente porque suelo tener mucho cuidado con lo que digo a la gente si pienso que se puede sentir mal por ello. Fueron muchos comentarios pero el que más me dolió fue uno una noche, al poco de haber suspendido mi primera convocatoria, en la que, sin venir a cuento, empezó a decirme que sus padres se sentían super orgullosos de ella porque, en vez de estar como otras personas sin estudiar ni trabajar, estaba trabajando en una buena empresa y ganando mucho dinero. Y lo estupendo que era ver a sus padres tan orgullosos de ella .... Yo inevitablemente (y creo que no es difícil suponer que la persona a la que le cuentes eso va a tender a observar su propia vida) me puse a pensar en mí misma, estudiando para algo que no sabía si iba a conseguir, viviendo de mi madre, que encima está sola, sin ingresar ni un duro. Mi madre debía estar de todo menos orgullosa de mí en ese momento. Y me sentí realmente mal.

Pero si durante la oposición su comportamiento no fue el más comprensivo y cariñoso, la guinda ha sido después de aprobar la oposición. No sólo no se ha alegrado por mí si no que, cada vez que alguien me pregunta sobre el curso, sobre mi plaza, mi nuevo trabajo y contesto contenta, ella se queda en un segundo plano con cara seria. Sólo me ha hecho dos comentarios, los dos con tono seco: "¿Pero y qué se supone que hacéis? Porque no tengo ni idea de a qué os dedicáis" y "No me creo que tardes 10 minutos en llegar porque pillarás atasco". Tela.

Y estos comentarios son sólo algunos pero ha seguido en esta línea. Cada vez que me pasa algo bueno, sea en el ámbito que sea, lo recibe con mala cara y comentarios punzantes. Incluso hoy nos ha enviado un mail a varias amigas con una bordería sobre un plan que estamos organizando.

Y yo aquí me hago varias preguntas:

  • ¿Por qué sigo contándola entre mis amigos y haciéndole hueco en mi vida?.
  • ¿Qué nos lleva a mantener relaciones con personas que nos hacen más mal que bien?.
  • ¿Debo darle una oportunidad, considerando que no es feliz con su vida y que su comportamiento sólo es el resultado de proyectar su insatisfacción en los demás?.
  • Y, a pesar de lo anterior, ¿no se supone que por muy infeliz que seas en un momento, si quieres a una amiga, lo natural es alegrarse por ella?.

Yo he tomado ya la decisión de no volver a quedar con ella a solas. Tenemos amistades en común y, si se organizan planes grupales, pues fenomenal. Pero nada más. Porque veo que, a medida que me hago mayor, voy teniendo menos tiempo (trabajo, tareas domésticas) y el poco tiempo que me queda quiero dedicarlo a planes y a personas que me enriquezcan, que me aporten cosas y, sobre todo, que me quieran, que me apoyen en lo malo y se alegren por lo bueno. 

Y vosotros, ¿alguna vez habéis tenido un caso similar?. ¿Qué hicisteis?, ¿acabasteis perdiendo el contacto con esa persona?.


"Cuando estés en la cima tus amigos te conocerán, 
y cuando estés abajo, tu los conocerás a ellos".

"La verdadera amistad no se trata de quién vino primero 
o de quién te conoce más tiempo; 
Se trata de quién llegó y nunca se fue".

7 comentarios:

  1. Cuanta razón!! A veces el entorno, la universidad, el trabajo... hace que nos rodeemos de personas que supuestamente tienen que estar en nuestro círculo. Lo que sucede es que con el paso del tiempo te das cuenta que lo que prefieres en realidad es gente que sume, que se preocupe por como estas... en definitiva que te apoye en los momentos buenos y en los que no lo son tanto

    Al final, llegará la ocasión en la que te cansas de tantos "desprecios" y prefieras compartir cosas con gente que verdaderamente valga la pena, así que me parece muy acertada tu decisión.

    PD: ¿Dónde anda Rodolfo ahora? xDDD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es curioso como llega un momento en el que dices "pero vamos a ver, a quién quiero en mi vida y a quién no". Pero por qué se tardará tanto y se aguantarán tantas cosas hasta que llega ese momento ...

      Rodolfo está en Madrid jajaja ya no hay peligro de viajes jaja

      Eliminar
  2. En realidad ya has tomado la decisión, o al menos hasta que lo olvides otra vez, no? :)

    Bueno mi opinión ya la sabes, creo que no es tu amiga, y eso que no conocía la mitad.

    De todas formas y por ser abogado del diablo... ¿alguna vez hizo algo por ti? aunque fuera poca cosa, ¿algo en lo que demostrara que tú le importabas y no solamente te necesitaba?

    Y ¿alguna vez te has planteado hablar con ella de alguna de estas actitudes? Porque yo creo que con la gente que me importa, cosas así intentaría hablarlas y mejor pronto que tarde. Y si no lo has hecho hasta ahora, por la razón que sea, tal vez ya te has dado tú misma la respuesta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues claro que he reflexionado mucho sobre el tema. Ha habido momentos buenos con ella, días buenos que tenía, o cuando alguna vez conseguía entradas para ir a conciertos (su padre las consigue habitualmente) me llamaba para ir (aunque cierto es que no tenía a muchas más personas a quien llamar). Pero no recuerdo ahora mismo que me haya hecho alguna vez un favor realmente desinteresado. Jamás.

      Y lo de hablar con ella para decirle las cosas que me parecen mal, pues es curioso porque con otras amigas con las que sí tengo una amistad sana no tengo ningún problema en decírselo, pero a esta nunca se lo he planteado. Y creo que es porque, en el fondo, sé perfectamente que jamás ha hecho autocrítica y que no va a servir para nada. Y honestamente, porque creo que no me merece ni la pena.

      Eliminar
  3. Hola Cenedra!! aunque no escriba mucho que sepas que te leo!! jaja!! En concreto quiero comentarte en este post porque recientemente he vivido un caso similar al tuyo con una amiga de la infancia. Mi amiga no era tan "mala persona" como la tuya, de hecho era buena gente y yo sabia que ella a mi me apreciaba mucho. El problema es que tenia una forma de ser y de tratar a la gente, especialmente a mi que era con quien más confianza tenia, que no me gustaba y no me hacía sentir bien. Siempre que tenía que quedar con ella era un sufrimiento, le ponía excusas hasta que ya era inevitable tener que quedar...

    La cuestión es que llevaba muchos años sintiéndome mal por esta relación, como te digo la conocí en el colegio que aun tienes menos criterio que en la universidad, hasta que hace unos meses me hice la pregunta que tu te has hecho ¿tengo poco tiempo, a quien quiero en mi vida? unido a una situación incomoda que provocó ella y asi poder "divorciarme". Aproveché esa situación para decirle que ya no aguantaba más y que sintiéndolo mucho no siguiera contando conmigo para el futuro.

    Te recomiendo que intentes cortar con esta relación insana, es dificil, lo sé...pero tienes que hacerlo por ti.

    Un besito!

    PD: Justo poco después que yo rompiera con mi amiga, leí esto en un blog que me hizo sentir mejor...

    http://www.cosasqmepasan.com/2012/09/el-barranco-de-la-indiferencia.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tin!! Qué alegría tenerte por aquí! Me ayuda mucho ver situaciones similares. Y me ha encantado ese post. Es justo eso lo que busco, que me sea completamente indiferente y que no me afecte, porque ya he alcanzado mi límite ... Muy útil el barranco de la indiferencia, desde luego. Un beso!!

      Eliminar
  4. Hola CeNedra!!
    No quería dejar de comentar este post porque me pasa algo parecido con una amiga de la uni. Mi amiga en concreto lo que le pasa es que le cuesta muchísimo mostrar afecto hacia otras personas y a veces eso se malinterpreta. Además es de ese tipo de gente que le gusta "chinchar" a los demás, pero no lo hace maldad (hay que cogerle el punto).
    Es verdad que si la veo muy a menudo acabamos enfurruñadas (creo que nunca hemos llegado a discutir), pero valoro el hecho de que siempre ha estado a mi lado en los momentos malos. Cosa que otras personas que siempre están cuando hay fiesta, no lo hacen. Una persona que te hace semejante comentario después de fallecer tu padre, no es amiga tuya. Como dice mi hermano: "Más vale una vez colorado que ciento amarillo". Bss!!

    ResponderEliminar